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MIAMI -- LeBron James rezongaba mientras se quita las envolturas con hielo de sus rodillas después de una victoria ante los Minnesota Timberwolves en la primavera de 2011.
Momentos antes James había hecho algo que no le había gustado: Había reconocido públicamente a Derrick Rose como el ganador de la carrera por el premio al JMV de la temporada. En ese momento, los Chicago Bulls de Rose estaban en medio de una racha de 16 victorias en 17 juegos para quedarse con el mejor récord de la liga y el Miami Heat de James contaba con una marca 0-3 contra ellos en la temporada regular.
Esa
noche James no había podido lograr un triple-doble ante los Wolves, en
uno de una larga lista de grandes juegos, pero Rose había llevado a los
Bulls a una victoria en Detroit. James, que había ganado los dos premios
al JMV anteriores, dijo después del partido que Rose era,
probablemente, el mejor candidato. Fue sorprendente, James admitió que
él no iba a ganar el premio con bastante tiempo restante en la carrera.
Pero también era una realidad.
"No, no me gusta
decirlo, pero eso es lo que va a suceder", dijo James en un momento
privado después de que las cámaras se apagaron esa noche. "Yo no voy a
poder ganarlo este año. Estoy tratando de asimilarlo".
James tenía razón: Rose ganó ese premio al JMV y el dos veces JMV, James, terminó tercero detrás de Dwight Howard, mientras que su popularidad global recibió un golpe tras la forma en que manejó su traslado a Miami como agente libre.
Públicamente,
James manejó la carrera por el premio al JMV con mucha clase, alabando a
Rose hasta el final. En privado, la historia fue otra, en una línea de
golpes que hizo que la temporada 2010-11 fuese la más miserable de su
carrera. Él finalmente lo utilizó como motivación para liderar al Heat
hacia una victoria en la final de la conferencia, jugando mejor que Rose
enfrentándose uno-a-uno.
A James le gusta decir que
los premios individuales son un beneficio del éxito grupal, una frase
que pronuncia por defecto sin siquiera pensarla. No crean todo lo que
dice: El premio al JMV es muy importante para James. Así como la
historia. Y esta temporada, a pesar de que ya tiene cuatro trofeos
Maurice Podoloff en su vitrina, James no está dispuesto a dejar que Kevin Durant se lleve el premio al JMV.
Por lo menos no todavía.
El
miércoles se enfrentarán por primera vez en esta temporada con Durant
firmemente a la cabeza para desbancar a James. Durant está teniendo uno
de los meses más prolíficos en la historia de la liga, en medio de una
racha de 11 juegos de 30 puntos mientras que no para de encestar los
tiros ganadores de la noche, mientras que el Oklahoma City Thunder sigue ganando sin Russell Westbrook.
James
ha elogiado a Durant indefectiblemente a lo largo del camino, bromeando
acerca de cómo sus amigos y familiares le envían mensajes para ponerlo
al tanto del juego de Durant cada noche. Los que lo conocen mejor lo
hacen por una razón: Ellos saben que actúa como motivación. Una fuerte
motivación.
Y ya está funcionando. ¿Los diez mejores
partidos de James de la temporada? Los últimos diez, coincidiendo con
la explosión de Durant. Durante esa racha, James ha promediado 28.4
puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Por supuesto, en los últimos diez
partidos de Durant, ha promediado 37.5 puntos, 6 rebotes y 6
asistencias. James ha sido genial. Pero Durant ha sido mejor.
Así
que mientras que no va a dejar de alabar públicamente a su amigo Durant
-- "incluso en su corta carrera, es uno de los mejores francotiradores
de todos los tiempos", dijo James el martes -- el JMV reinante es muy
competitivo cuando se trata de proteger ese título.
Las
señales brotan de James últimamente, en medio de su discurso sobre la
buena racha de Durant. James se ha apresurado a recordar a la gente que
sus tiros se han reducido a los niveles más bajos de carrera esta
temporada, yendo tan lejos como para decir lo "celoso" que estaba de
los intentos de tiro de Durant.
Esta semana James
dijo que ha estado pidiéndole al entrenador Erik Spoelstra jugar más
minutos. Prácticamente nunca en su carrera, James había hablado
públicamente sobre el deseo de jugar más minutos. Durante sus dos
primeras temporadas en Miami, James, tanto de manera abierta como a
puertas cerradas se había quejado sobre su pesada carga de minutos. La
temporada pasada, James insistido en privado de cómo se le pedía hacer
demasiado en tantos minutos como ala-pivote contra defensores más
grandes y la forma en que eso lo estaba agotando.
Ahora,
el tiempo de juego de James es uno de los más bajos de su carrera, con
menos de 37 minutos por noche. Spoelstra ha eliminado casi por completo
el tiempo de James en la posición de ala-pivote. Y sin embargo, ahora
James está revirtiendo su posición al respecto.
"No
estoy jugando tantos minutos como me gustaría, pero Spo tiene el control
de eso", dijo James el martes. "No me gusta jugar menos, no siento que
necesite jugar menos. No vuelvan a decir por ahí que LeBron quiere jugar
menos".
No hay una ruptura entre James y el cuerpo técnico. James sabe que
Spoelstra está tratando de ser prudente a largo plazo. Si estás buscando
una explicación para esta actitud, la raíz no se encuentra en el equipo
de James en absoluto, sino en alguien que usa la camiseta Nº 35 y vive
en Oklahoma.
Las estadísticas generales de James han
bajado y las de Durant han subido. Con la mitad de la temporada en el
bolsillo, James quizás esté empezando a tener la sensación de que
finalmente sucumbió de nuevo al 2011, sintiendo que alguien más podría
quedarse con el premio al JMV que él tanto atesora.
Nunca
antes en la historia de la liga un jugador ganó cinco premios al JMV en
un lapso de seis años, y James está tratando de lograrlo antes de
cumplir los 30 años. El año pasado, cuando ganó su cuarto en una carrera
de cinco años, James se convirtió en el segundo en conseguir esa
cantidad de galardones en ese lapso después de Bill Russell. Sólo tres jugadores en la historia -- Larry Bird, Wilt Chamberlain y Russell -- han ganado tres premios consecutivos.
Hay muchas razones para ello. Es difícil mantenerse motivado año tras año, si no pregúntale a Michael Jordan.
Es difícil mantenerse sano. Los votantes se cansan y los ganadores de
varios premios al JMV terminan compitiendo contra sus propios fantasmas:
mantener o subir el nivel de sus últimas temporadas. Lo más importante,
siempre hay competencia en ascenso, y por lo general, siempre son más
jóvenes.
Durant ha estado en los talones de James
durante unos años, pero James, mientras que ha florecido en su mejor
momento, ha sido intocable. Por diversas razones, ese ya no parece ser
el caso a partir de ahora.
Simplemente, James no ha
tenido su mejor temporada hasta el momento. En lugar de su régimen de
entrenamiento rígido y resistente que habitualmente arrancaba en
septiembre y que incluía su llamada "semana del infierno" de dos-al-día
con Durant, James se tomó la mayor parte de ese mes de vacaciones el
pasado otoño. Hizo dos viajes a Europa, uno de los cuales fue para su
luna de miel después de su boda en San Diego.
No hay
culpa en ello, después de dos pasajes a las finales de la liga y los
Juegos Olímpicos de 2012, James había estado sobrecargado de básquetbol
desde diciembre de 2011, cuando terminó el paro. Un verano libre era
algo más que merecido. Él se tomó el tiempo libre, pero llegó al campo
de entrenamiento fuera de su estado habitual.
A
principios de la temporada, James tuvo problemas con su resistencia.
Luego se lesionó la espalda. Luego, el tobillo. Después, tuvo problemas
en la ingle. Más adelante, se lesionó el hombro.
También
ha tenido problemas con los conceptos básicos. Incluso ha tenido
problemas con las zapatillas. Sus últimas Nikes, las LeBron 11, han sido
muy vendidas. Probablemente sea el mejor año que Nike ha tenido con la
venta de indumentaria de James hasta la fecha, y los cheques de
comisiones, probablemente, han sido fantásticos. Pero James ha tenido
que dejar de usar las zapatillas durante los partidos dos veces, de
manera que Nike podría rediseñar sus hormas personalizados debido a
problemas en la zona de los dedos y en la tracción.
Todo
este malestar en el cuerpo y el equipamiento se ha visto reflejado en
el juego de James. Es cierto que nunca ha disparado mejor, ahora con un
58 por ciento. Pero el resto de sus números han caído: los rebotes, las
asistencias, los bloqueos y los robos se han reducido y las pérdidas de
balón han subido. Su defensa ha sido verdaderamente mediocre por
momentos, hasta el punto impresionante que el Heat de hecho ha sido
mejor en la defensiva esta temporada cuando James ha estado en la banca.
Ese no es un número que se esperaba ver.
El año
pasado, James se molestó cuando no fue nombrado Jugador Defensivo del
Año y parecía que había jurado tratar de ganar el premio esta temporada.
En su lugar, es probable que haya tenido sus tres meses defensivos más
inconsistentes desde la temporada 2004-05.
James
parece estar tanto intencional como deliberadamente conservando la
energía y concentración para cuando realmente importe. El Heat se ha
concentrado en darle tiempo libre a Dwyane Wade
en medio de un programa de "mantenimiento". James parece estar operando
su propio programa, sobre todo cuando se trata de gastar energía en la
defensiva.
"No estoy donde quiero estar en términos de salud", dijo James.
En
resumen, esta no ha sido la mejor media temporada de James. Él no ha
sido el JMV de la liga hasta este punto. Durant lo ha sido.
Pero
esto no ha terminado, falta un largo camino por recorrer. James lo sabe
y Durant también. Pero la competencia está, sin duda, en pleno proceso
y ambos quieren ganarla. James sabe que tiene un rival muy serio y
Durant sabe que tiene que superar a un gigante.
"El Jugador Más Valioso", dijo James. "Es un premio increíble".
"Por
supuesto, como jugador, te encantaría ganar el premio al JMV", dijo
Durant. "Sólo tengo que seguir trabajando duro día a día".
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