CLEVELAND AL COMANDO DE LA SERIE A PESAR DE LAS BAJAS

OAKLAND, Calif. – Los Cleveland Cavaliers han encontrado la fórmula. Recortar el tiempo disponible al establecer su ofensiva y agotar el reloj, de tal forma que en una ocasión tuvieron violaciones consecutivas del reloj de 24 segundos. Recorten la cancha al volver a la defensiva para convertir el juego en uno de mitad de campo, luego retar cada pase y disparos. Oh, y también ganar el juego.

Tras dejar ese pequeño detalle fuera de la lista en el Juego 1 e incluso al final del tiempo regular en el Juego 2, los Cavaliers han igualado la serie en las Finales NBA, tras imponerse a los Golden State Warriors por 95-93.

Más que eso, ellos están dictando los términos de esta serie. No está siendo decidida por triples de larga distancia o por alley-oops espectaculares. Está siendo decidida por los huecos disponibles y en tierra, donde Matthew Dellavedova se lanzaba por las pelotas divididas. Está siendo decidida por los recursos de la vieja escuela como son la defensiva y los rebotes, que es por lo que los Cavs ganaron el Juego 2 pese a acertar el 32.2 por ciento de sus tiros.

“Si ustedes buscan que nosotros juguemos al básquetbol de forma sexy, no somos de ese tipo en esta momento”, dijo LeBron James. “Todo es difícil. Tendremos una mentalidad agresiva a la ofensiva y a la defensiva.

“Tiene que ser de esa forma el resto de la serie, no importa el número de juegos que se requieran”.
O sin importar la cantidad de tiros que falle LeBron. Tras meter siete de sus primeros 13 en el Juego 2, falló 17 de sus últimos 21 intentos, incluyendo uno que fue retado por tres jugadores de los Warriors al final del tiempo regular. Pero, si no se trata de un LeBron en su faceta más eficiente, se trata de un LeBron en su versión más efectiva, produciendo una línea estadística de 39 puntos, 16 rebotes y 11 asistencias. Él fue el anotador/generador de puntos –de forma combinada- que más temían los Warriors.

Los Warriors estuvieron mucho más contentos cuando anotó 44 puntos con solamente seis asistencias en el primer duelo. Pero eso ocultó el hecho de que se quedó a un disparo de ganar el juego. LeBron se mofó de la narrativa acerca de que el plan defensivo de los Warriors era permitirle anotar sus puntos, afirmando que “No me ‘permitirán anotar 40’, yo saldré a meter 40”. Y, luego del segundo duelo, de nuevo se burló diciendo, “Una vez más, tocaba la puerta de los 40 puntos. Y me permitieron de nuevo meter 40”.

Ahora los Warriors ni siquiera pueden afirmar que cuentan con un esquema defensivo que funcione, pero hay varios detalles. No pudieron acelerar el juego con su formación pequeña ya que el pívot de los Cavaliers Timofey Mozgov los atacaba para conseguir puntos en la pintura y Tristan Thompson conseguía 14 rebotes.

Y los Warriors no fueron capaces de convertir el juego en un duelo de disparos. Klay Thompson metió 34 puntos, pero sus 14 encestes representaron el 42 por ciento del total del equipo. Stephen Curry estuvo apagado gran parte de la noche, acertando 5 de 23 en tiros de campo y 2 de 15 en triples.

El movimiento de balón de los Warriors desapareció. Ellos promedian más de 300 pases por juego. Tuvieron poco más de 200 pases en el segundo juego, incluyendo los cinco minutos de la prórroga.
En ocho periodos de tiempo regular, los Warriors han tenido el liderato solamente en 26 minutos, 51 segundos. Y esto fue en el Oracle Arena, donde los Warriors fueron mejor que cualquier otro esta temporada.

“Ellos quizá han hecho algo que nos sacó de ritmo, y tenemos que descubrir exactamente de qué se trata”, afirmó Curry. “Pero todavía estamos confiados, creemos que ganaremos la serie”.

A veces los Warriors pueden tener demasiada confianza, así que confiar en su habilidad para borrar cualquier déficit con una ráfaga de triples puede relajarlos. Y un atributo que casi nunca muestran es su crueldad. No atacan a los rivales disminuidos, y por eso no sorprende que no hayan ganado el primer juego que disputaron luego que los Cavaliers perdieran a Kyrie Irving para el resto de la postemporada por una lesión en la rodilla.

Pero los Warriors son resistentes. Ellos han venido de atrás una y otra vez, incluyendo el quitarse un déficit de 11 puntos en los últimos tres minutos del cuarto periodo para obligar a la prórroga. Casi se roban este juego.

Aunque se supone que no deberían robarse juegos en casa. Especialmente contra unos Cavaliers que no cuentan ni con Irving ni con Kevin Love. El sábado dijeron que necesitaban mantener la ventaja y tomar en serio a los Cavs pese a que estaban disminuidos, sin embargo nada de lo que hicieron el domingo lo indicó. Los Cavs emplearon solamente a 2.5 jugadores de la banca (J.R. Smith, James Jones y seis minutos de Mike Miller), y de todas formas superaron en puntos a los reservas de los Warriors, 21-17. Los Cavaliers también dominaron los tableros, 55-45.

Los Cavaliers están controlando la serie e incluso la narrativa.

“Nos hacía falta personal”, dijo LeBron durante una conferencia de prensa magistral, la única entre seis que requirió varias hojas de transcripción. “Nos faltan dos elementos All-Star, y no conozco a ningún otro equipo en esta liga que pueda hacer eso, competir y ser una fuerza. Los muchachos lo están tomando de forma personal”.

LeBron tiene algunos asuntos personales que usa, aludiendo a “una motivación de la cual no hablaré en este momento”, pero está claro que ganar esta edición de las Finales NBA bajo estas circunstancias ayudaría para su sitio en la historia. Veremos si él puede mantener este esfuerzo con un día de descanso para los siguientes dos juegos. Pero también será el primer duelo de las Finales en Cleveland con unos Cavs que tienen la serie empatada, frente a unos aficionados hambrientos por un título, y con un LeBron que ya les pidió que sean más ruidosos que los aficionados del Oracle Arena.
Hasta el momento, LeBron se ha quedado a un disparo de conseguir todo lo que ha querido en las Finales, porque los Cavs comenzaron al tener todo bajo sus propios términos.

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J.A Adande