LeBron James podría estar a las puertas de una de las
hazañas más trascendentales en la historia del deporte en los Estados
Unidos.
Si el estelar jugador de los Cavaliers de Cleveland consigue, en las condiciones actuales, conducir al club a ganar el título de la NBA va a inscribir su nombre entre los héroes deportivos de mayor trascendencia en ese país.
Un regreso a su hogar, a la tierra de su nacimiento, luego de ganar dos de cuatro posibles campeonatos con los Heat de Miami que se vea coronado, en su primer intento, con la consecución del elusivo campeonato de deportes profesionales para el estado de Ohio, colocaría a LeBron, sin lugar a dudas, en un sitial privilegiado en el rico historial del negocio-espectáculo.
Del Big Three al Great One
Los planes de los Cavaliers de Cleveland pasaban por comenzar a poner las bases para ser una franquicia competitiva en el basket de la NBA con el regreso de LeBron tras sus andanzas por South Beach y la llegada de Kevin Love desde los Timberwolves de Minnesota - a cambio de los últimos dos primeros picks del sorteo de talentos (Andrew Wiggins y Anthony Bennett)- para unirlos al armador Kyrie Irving y formar un “Big Three”.
Sin embargo, las lesiones de Irving y Love, han dejado al “Big Three” convertido en el “Great One” con un LeBron que ha tenido que asumir la mayor parte del protagonismo en su condición de líder de los Cavs.
La ausencia de las otras dos patas de la mesa de tres han obligado a LeBron ha aumentar sus intentos al canasto lo que ha disparado su promedio de puntos, aunque también ha aumentado sus fallos y disminuido su eficiencia.
Otro aspecto que ha tenido que asumir LeBron es la defensa cerca del aro y la ayuda en la captura de los rebotes mientras se empeña en mantener a sus compañeros involucrados con sus pases válidos para canastos.
Ninguna superestrella en la historia de la liga ha posido sobrevivir en una serie por el título a la ausencia de sus principales “copilotos” a la hora de realizar los mayores aportes en la cancha.
Salvando las distancias, sería como Magic sin Jabbar y Worthy, Bird sin McHale y Parish, Jordan sin Pippen y Rodman o Duncan sin Parker y Ginóbili.
Los escenarios y circunstancias son indudablemente diferentes, pero por el peso específico tanto de Love como de Irving en las aspiraciones y la estructuración de los Cavaliers, cabe la comparación.
Gasto de energía
LeBron ha establecido una nueva marca de puntos anotados (123) en los primeros tres partidos de una serie final.
Sin embargo, ha tenido que estar en la cancha en 142 de 154 minutos posibles y ha tomado un total de 107 intentos al canasto.
El gasto de energía que ha realizado en ambos lados de la cancha es casi sobrenatural, mientras tiene que enfrentar sus propias molestias físicas además de la intensidad defensiva de sus adversarios.
Y es que si no es así, Cleveland no podría gozar ahora de una ventaja de 2-1 sobre los Warriors de Golden State, ni tener la posibilidad de levantar el trofeo de campeones con dos victorias más.
La interrogante es si LeBron podrá seguir poniendo ese tipo de números con esa carga de tiempo de juego a cuestas. La respuesta a esa pregunta podría ser una de las claves para definir la serie.
Golden State puede regresar
Los Warriors, a pesar de que no han dictado el “tempo” de la serie, todavía tienen muchas posibilidades de recuperarse.
Para eso tendrán que trabajar en superar la defensa de Cleveland que los ha limitado a un 31 por ciento en sus lances de tres puntos, que es la especialidad de la casa.
Aumentar el número de posesiones para hacer más efectiva su ofensiva es otra de las tareas pendientes de los orientados por Steve Kerr, que pierden la batalla de los rebotes 143-139 y que, para poder anotar, evidentemente, necesitan tener el balón en las manos.
Golden State promedia solo 97.3 puntos en la serie, a pesar de que dos partidos se han extendido a tiempo extra y luego de encabezar a la NBA con 110 tantos por encuentro en la serie regular.
Los Warriors ya se vieron en una situación similar en la semifinal de la Conferencia del Oeste frente a los Grizzlies de Memphis. Fueron dejados en 90 y 89 en sus derrotas seguidas, pero regresaron para promediar 102.4 en sus tres victorias consecutivas.
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Si el estelar jugador de los Cavaliers de Cleveland consigue, en las condiciones actuales, conducir al club a ganar el título de la NBA va a inscribir su nombre entre los héroes deportivos de mayor trascendencia en ese país.
Un regreso a su hogar, a la tierra de su nacimiento, luego de ganar dos de cuatro posibles campeonatos con los Heat de Miami que se vea coronado, en su primer intento, con la consecución del elusivo campeonato de deportes profesionales para el estado de Ohio, colocaría a LeBron, sin lugar a dudas, en un sitial privilegiado en el rico historial del negocio-espectáculo.
Del Big Three al Great One
Los planes de los Cavaliers de Cleveland pasaban por comenzar a poner las bases para ser una franquicia competitiva en el basket de la NBA con el regreso de LeBron tras sus andanzas por South Beach y la llegada de Kevin Love desde los Timberwolves de Minnesota - a cambio de los últimos dos primeros picks del sorteo de talentos (Andrew Wiggins y Anthony Bennett)- para unirlos al armador Kyrie Irving y formar un “Big Three”.
Sin embargo, las lesiones de Irving y Love, han dejado al “Big Three” convertido en el “Great One” con un LeBron que ha tenido que asumir la mayor parte del protagonismo en su condición de líder de los Cavs.
La ausencia de las otras dos patas de la mesa de tres han obligado a LeBron ha aumentar sus intentos al canasto lo que ha disparado su promedio de puntos, aunque también ha aumentado sus fallos y disminuido su eficiencia.
Otro aspecto que ha tenido que asumir LeBron es la defensa cerca del aro y la ayuda en la captura de los rebotes mientras se empeña en mantener a sus compañeros involucrados con sus pases válidos para canastos.
Ninguna superestrella en la historia de la liga ha posido sobrevivir en una serie por el título a la ausencia de sus principales “copilotos” a la hora de realizar los mayores aportes en la cancha.
Salvando las distancias, sería como Magic sin Jabbar y Worthy, Bird sin McHale y Parish, Jordan sin Pippen y Rodman o Duncan sin Parker y Ginóbili.
Los escenarios y circunstancias son indudablemente diferentes, pero por el peso específico tanto de Love como de Irving en las aspiraciones y la estructuración de los Cavaliers, cabe la comparación.
Gasto de energía
LeBron ha establecido una nueva marca de puntos anotados (123) en los primeros tres partidos de una serie final.
Sin embargo, ha tenido que estar en la cancha en 142 de 154 minutos posibles y ha tomado un total de 107 intentos al canasto.
El gasto de energía que ha realizado en ambos lados de la cancha es casi sobrenatural, mientras tiene que enfrentar sus propias molestias físicas además de la intensidad defensiva de sus adversarios.
Y es que si no es así, Cleveland no podría gozar ahora de una ventaja de 2-1 sobre los Warriors de Golden State, ni tener la posibilidad de levantar el trofeo de campeones con dos victorias más.
La interrogante es si LeBron podrá seguir poniendo ese tipo de números con esa carga de tiempo de juego a cuestas. La respuesta a esa pregunta podría ser una de las claves para definir la serie.
Golden State puede regresar
Los Warriors, a pesar de que no han dictado el “tempo” de la serie, todavía tienen muchas posibilidades de recuperarse.
Para eso tendrán que trabajar en superar la defensa de Cleveland que los ha limitado a un 31 por ciento en sus lances de tres puntos, que es la especialidad de la casa.
Aumentar el número de posesiones para hacer más efectiva su ofensiva es otra de las tareas pendientes de los orientados por Steve Kerr, que pierden la batalla de los rebotes 143-139 y que, para poder anotar, evidentemente, necesitan tener el balón en las manos.
Golden State promedia solo 97.3 puntos en la serie, a pesar de que dos partidos se han extendido a tiempo extra y luego de encabezar a la NBA con 110 tantos por encuentro en la serie regular.
Los Warriors ya se vieron en una situación similar en la semifinal de la Conferencia del Oeste frente a los Grizzlies de Memphis. Fueron dejados en 90 y 89 en sus derrotas seguidas, pero regresaron para promediar 102.4 en sus tres victorias consecutivas.
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