Tanto dentro como fuera del país se han buscado las respuestas. Los jugadores con atleticismo flaquean en los fundamentos. Los que dominan los fundamentos del juego entonces no tienen las suficientes condiciones físicas. En medio de la insaciable búsqueda aparece otro nombre que, a decir de los técnicos, tiene posibilidades de, si no ser el titular, por lo menos aportar mucho.
Es José Olivero, un yorkdominican de padre dominicano y madre estadounidense.
“En los últimos dos años no he estado por diferentes situaciones, pero ahora estoy totalmente enfocado en jugar para la selección”, señala el jugador de 6-2 de estatura, 200 libras y 26 años.
Hace un par de años, la Federación Dominicana de Baloncesto gestionó su llegada al país junto a su abuelo con la finalidad de dar los pasos para conseguirle el pasaporte dominicano e incorporarlo a la preselección. “Es un tremendo armador con un buen tiro de distancia. En la selección debe concentrarse en organizar el juego y lo que mande el entrenador ya que hay mucha gente que puede anotar”, dice José -Boyón- Domínguez quien lo dirigió en Plaza Valerio, equipo campeón del pasado torneo superior de Santiago.
Iván Almonte, integrante de un par de selecciones nacionales, lo presentó a los encargados de la selección nacional luego de su incursión en el basket de Francia.
“Tiene la fuerza y el talento para jugar esa posición. Necesita distribuir más el balón. Creo que es inteligente y sensato. En un equipo con otros compañeros puede reducir su caudal ofensivo para alimentar a sus compañeros”, opinó Fernando Teruel, varias veces entrenador del equipo nacional.
Un buen atleta
Olivero, en el intento por obtener una beca universitaria no solo jugó baloncesto sino también voleibol, fútbol, campo y pista, fútbol americano hasta conseguirla para el basket con Lehigh (Pensilvania).
“Posee talento y capacidad. Sus conceptos son buenos. Puede ser un factor en la posición uno. Aquí no se ve tan pasador ya que el equipo necesita que produzca a la ofensiva; pero con un buen grupo puede ser un buen armador”, dijo José Santos Ceballos, un ex jugador de la posición en la selección y su actual entrenador con San Carlos en el superior distrital.
Con Lehigh durante 121 partidos tuvo promedios de 14.6 puntos, 2.9 rebotes y 2.1 asistencias en 29.6 minutos por juego con un 35.8 por ciento en lances de tres.
“Fuimos al torneo de la NCAA una sola vez, pero fue una buena experiencia”, declaró el graduado en Matemáticas. Luego se trasladó a Francia donde ha accionado en la liga Pro-B. En 2008-09 vio acción en 30 partidos y promedió 17.1 puntos, 2.8 rebotes, 2.5 asistencias. En 2009-10 accionó en 18 encuentros con averages de 11.9 puntos, 2.2 rebotes y 2.4 asistencias.
Con San Carlos es tercero en anotación (19.8), cuarto en asistencias (5.0) y segundo en bolas robadas (3.2).
“Sammy Barona me presentó a Milton Lafontaine en Pensilvania en lo que fue mi primer contacto para jugar en el baloncesto dominicano”, declaró.
El año pasado, en el torneo de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) vio acción en cinco partidos con promedios de 7.0 puntos y 2.4 asistencias en cinco juegos. Fue a México y luego regresó para la postemporada.
Con San Carlos es tercero en anotación (19.8), cuarto en asistencias (5.0) y segundo en bolas robadas (3.2).
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