La institucionalidad es tan débil en el baloncesto dominicano, como que cualquier dirigente de sus organismos federados puede hacer en éstos lo que se le antoje, sin que nadie le pueda pedir cuentas.
Eso se da en todos los organismos, de esa deficiente estructura que lleva por nombre Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal).
Desde el Comité Ejecutivo de la misma, pasando por las asociaciones que la integran, hasta los clubes que forman a estas últimas. Los ejemplos abundan.
El caso más reciente fue el del presidente de Fedombal, ingeniero Frank Herasme, quien graciosamente le concedió la categoría de jugador nativo no residente, y por tanto el derecho de jugar como nativo en todos los torneos del país, a José Olivero, en medio de la participación de éste en el torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional y después de jugar este mismo año como refuerzo en Puerto Plata, y como jugador nativo perteneciente a su asociación en Santiago.
La Fedombal, desde el año 2007, elaboró una lista de jugadores libres, a la cual luego le añadió otros nombres, incluyendo a un residente en el país como es Sandro Encarnación.
El organismo rector del basket en el país puso en conocimiento de todo sus afiliados esa lista, incluida la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (Abadina).
Para sorpresa de todo el mundo, el presidente Herasme ha dicho ahora que la lista se modificó recientemente y que en la nueva lista está incluido el nombre de Olivero.
Pero, ¿Quién sabía de la existencia de esa nueva lista? Nadie que no fuera Frank Herasme. Ni siquiera el director del programa de selecciones nacionales, Héctor Báez lo sabía, según declaró éste en nuestro programa Deportes Entre Nosotros, en radio.
Como tampoco lo sabía el presidente de la Comisión Técnica de la Fedombal y presidente de la Asociación de Baloncesto de Santiago, Edsel Vila; ni el miembro de esa comisión, Víctor Sierra.
Herasme es quién decide quién y cuándo entra en la bendita lista. Sin consultar a nadie. Y punto. ¿Eso se llama institucionalidad?
Abadina falló
El Comité Ejecutivo de Abadina falló en no solicitarle a la Fedombal antes del inicio del torneo la lista de ese tipo de jugador, cuyos miembros por tanto jugarían en el torneo capitalino como nativos.
Abadina asumió que la lista se mantenía igual. Claro, partiendo del supuesto que cualquier cambió en la misma sería inmediatamente informado por Fedombal. Si ese fue el criterio que asumió la Abadina, que la lista se mantenía igual, por cuanto la Fedombal no había informado sobre cambio alguno en la misma, entonces, responsablemente, la Abadina no debió admitir a Olivero como jugador libre no residente.
Unos tontos
Herasme hizo quedar como unos tontos a todos los equipos (Huellas del Siglo, San Lázaro, Bameso) a quienes les fueron ofrecidos los servicios de Olivero, como jugador refuerzo.
Resulta que Huellas del Siglo, según admitió su gerente general, José Monegro, en Deportes Entre Nosotros, trajo a Olivero a la Capital, lo hospedó en un hotel, lo puso a practicar con su equipo; todo eso como refuerzo.
Pero cuando el jugador dio a conocer su decisión que no jugaría con ese club, porque su interés es ser armador y no guard ofensivo, Huellas del Siglo lo dejó partir, ya que ese equipo tiene como armador a Joel Ramírez, hasta que el club de éste, el Dr. Rafael Barias, regrese al torneo.
¿De haber sabido Huellas del Siglo que Olivero podía ser reclutado como jugador libre, y por tanto obtener el derecho de reserva sobre él, lo hubiese firmado y habría negociado a otro club a Ramírez si era necesario? La respuesta de Monegro, en el mismo programa, fue afirmativa.
San Lázaro, por medio a Héctor Báez, dijo lo mismo, en el mencionado programa.
Báez, gerente general lazareño, dijo que de haber sabido que Olivero es jugador libre lo firmaba, aunque eso implicara dejar libres a otros jugadores para acomodar el salario del cotizado guard en su nómina.
Bameso, a quien como a San Lázaro le fueron ofrecidos los servicios del mencionado jugador por medio a un intermediario, les aseguro que también lo hubiese reclutado, sólo para tener el derecho de reserva, que ahora tiene San Carlos, dada la calidad de Olivero.
Así que con la decisión de Herasme, de declarar a Olivero como miembro de la famosa lista, el presidente de Fedombal hizo pasar, a por lo menos tres equipos y sus gerentes generales, por tontos.
LISTIN DIARIO//OSVALDO RODRIGUEZ SUNCAR
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