Las señales son más que preocupantes para el baloncesto en la República Dominicana.
La reestructuración de sus bases de sustentación es impostergable.
Se necesita “tomar el toro por los cuernos” y lidiar con cuidado para poder domarlo.
La bola de nieve que hace unos años parecía pequeña e inofensiva ha ido rodando y rodando y ahora amenaza con destruir cual “tsunami” o “tornado” lo que queda de lo que una vez fue uno de los principales deportes del país.
En los primeros cinco meses del año, no hay un solo torneo “superior” que no haya enfrentado problemas en su organización, sobre todo, en el orden económico. La saturación del mercado parece estar agotando los recursos tanto públicos como privados disponibles para patrocinar el basket.
El poco imaginativo manejo por parte de las asociaciones no les permite ver que ya la “pava no pone donde ponía” y que debido a la crisis económica tanto las instituciones del estado como las del sector privado han reducido, a su mínima expresión, los aportes a las justas de ese tipo.
Eso, unido a los problemas de orden organizativo que año tras año enfrentan y arrastran los torneos han provocado que los patrocinadores, tradicionales o no, teman a la hora de asociar sus marcas al baloncesto.
Los ejemplos
La situación no es nada halagueña. Los torneos que hasta ahora se han presentado han dejado una estela de problemas. Para muestra, algunos botones:
- La asociación de baloncesto de Santiago y los clubes del superior de esa ciudad están “con el agua al cuello” debido a las deudas heredadas del pasado torneo. Una conferencia de prensa ha sido programada para hoy.
- El torneo superior de La Romana tuvo que ser acortado en su semifinal y final debido a que tampoco estaban los recursos para cubrir los salarios de los jugadores. Muchos ni siquiera llegaron a competir con sus equipos.
- El torneo superior de Puerto Plata fue paralizado momentáneamente, también afectado por la falta de dinero para solventar sus compromisos.
- El torneo superior de la Provincia Santo Domingo tuvo que jugar sus semifinales y final a un partido de “muerte súbita”.
- El torneo superior del Distrito Nacional, acortado a ocho juegos en su vuelta regular, se desenvuelve bajo una extrema precariedad con un aporte reducido a la mitad (por la crisis económica) de parte del que ha sido su principal soporte en los últimos años, el Ministerio de Deportes.
La Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) no debería esperar más. Se hace urgente un replanteamiento de las bases para la organización y desarrollo de estos torneos, una “sincerización” de su calidad en todos los niveles, incluyendo el organizativo por parte de las asociaciones. Y que se vea el baloncesto en los espejos de los reducidos torneos doble A de béisbol, los desaparecidos torneos superiores de voleibol y las pobres carteleras de boxeo presentadas en el país.
LISTIN DIARIO//ALEX RODRIGUEZ
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