Muchos no creían, pero los Heat de Miami han demostrado que el favoritismo del que disfrutaron tras unir a sus “Tres Grandes” no era fortuito.
Los Mavericks de Dallas, a pesar de disfrutar de una gran serie regular, tampoco eran favoritos para representar a la Conferencia del Oeste por encima de Lakers, San Antonio o incluso Oklhama City.
Sin embargo, esta noche serán los Heat y los Mavericks los protagonistas de una serie final con olor a revancha, con muchas historias a su alrededor y que sacará a un futuro inmortal de la “lista negra” de superestrellas sin tìtulo.
Una repetición de la final de 2006 cuando Dallas salió delante 2-0 antes de perder cuatro corridos ante los Heat.
Pero eso es historia. Los equipos no son los mismos. Las situaciones no son las mismas.
Ni siquiera son los mismos equipos que comenzaron la temporada. Las nóminas han sufrido cambios por lesiones, adquisiciones y regresos.
Dallas y Miami han superado a equipos como Lakers y Oklahoma City, por un lado, y Boston y Chicago, por otro, para reclamar, con todo mérito un puesto en la serie que determinará el campeón.
Los antecedentes
Dallas le ganó la serie 2-0 en la vuelta regular, pero eso no cuenta para nada. Boston y Chicago también lo hicieron y fueron superados por los Heat.
Los Heat tienen ventaja en las posiciones de LeBron James y Dwyane Wade. Los Mavericks están mejor en las de centro (Tyson Chandler), delantero de poder (Dirk Nowitzki) y armador (Jason Kidd).
La banca de Dallas es más productiva con la ofensiva de Jason Terry, Peja Stojakovic y JJ Barea. Brandon Haywood es un buen suplente de centro.
La defensa de los Mavericks estará concentrada en evitar las penetraciones de LeBron y Wade por lo que los especialistas de tres puntos de los Heat -Mike Bibby, James Jones, Mike Miller y Eddie House tendrán que ejecutar.
Shawn Marion tendrá la “ingrata” tarea de defender, principalmente, a James, un especímen único en el juego.
Chris Bosh empezará defendiendo a Nowitzki, el más habilidoso jugador ofensivo de 7 pies que ha pisado la NBA.
La ventaja de la casa está de lado de los Heat, pero en esta serie con el formato 2-3-2, el de peor récord juega primero tres partidos que el de mejor marca. Eso mportará mucho ya que Dallas y Miami fueron 1-2 en victorias en la ruta.
Los Mavericks tienen una ofensiva más diversificada; pero los Heat se han convertido en una pared defensiva.
Por contar con tres jugadores que pueden desequilibrar un partido en cualquier momento, el resurgimiento de Udonis Haslem y Mike Miller, además de un mejorado juego defensivo, los Heat, en una serie muy cerrada, interesante y que promete mucho dramatismo, salen favoritos en seis partidos.
LISTIN DIARIO//ALEX RODRIGUEZ
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