SANTO DOMINGO. Kenny Jones fue uno de esos jugadores con una carrera efímera, pero productiva en el baloncesto dominicano.
Con cerca de 30 años, Jones, nativo de San Pedro de Macorís, decidió despedirse del baloncesto competitivo por República Dominicana. En su corta estadía destacó tanto en el baloncesto de clubes, como con la selección nacional.
El exjugador fue pieza clave para que San Lázaro se proclamara campeón del primer torneo de baloncesto superior distrital, en 1974, el primero bajo techo. Destaca que fue escogido el Jugador Más Valioso de esa ocasión. Realzó de nuevo a los lazareños con la corona de 1976. Orlando Félix, primero y luego Faisal Abel fueron sus dirigentes.
A nivel internacional, Jones estuvo en la nómina de la selección que compitió en el Mundial de Baloncesto de 1978, en Manilas, Filipinas, donde promedió 7.6 puntos por partido y al año siguiente en los Juegos Panamericanos de 1979, en San Juan, Puerto Rico.
Compromisos académicos lo alejaron de unirse a la preselección que ganó el oro de CentroBasket, 1977.
Pero, ¿qué ocurrió que este jugador con méritos de una carrera de gloria, decidió salir de la competición dominicana? “El baloncesto no va a durar la vida entera. No es cierto”, se dijo Jones en su momento.
El exjugador, que se marchó a los 11 años a Estados Unidos, jugó para el Ramado College y en 1985 decide “no jugar más baloncesto”.
Y en 1975-76 se cuestionó “después del baloncesto, qué va uno a hacer” y en 1976 decide ingresar al Army de Estados Unidos.
Aun así no se desconectó del país compitió en varios intercambios de la selección. En las Fuerzas Armadas de EE.UU., recuerda, se dieron cuenta de que jugaba baloncesto y ahí comenzó otro escenario para él: secundaria, universitario, distrital y selección.
Por su labor, en 1986, fue escogido entre los 12 jugadores como All Air-Force Player (Jugador de todas las Fuerzas Armadas) y “All Service”. Jones desarrolló su juego siete años en Alemania, tres años en Japón y tres en Corea.
Su presencia internacional lo llevó a manejar el francés, alemán y el italiano.
El porqué de su éxito
Reconocido como un jugador más defensivo, que ofensivo, Jones define así su éxito en el marcaje. “Yo estudiaba a los jugadores, estudiaba sus punetos y los débiles”, destaca.
Y al mencionar los jugadores más difícil para marcar señala a “Eduardo Gómez y Vinicio Muñoz, eran dos jugadores duros”.
Su innegable defensa
Hugo Cabrera y Kenny Jones compartieron en San Lázaro y en intercambios de la selección nacional. Lo recuerda así: “Le dimos el apodo La Sábana. Hacía cosas que nosotros no podíamos hacer, como por ejemplo robar bolas”, dijo Cabrera. “Yo no tenía esa habilidad. Él la tenía e iba a contraataque solo. Eso nos motivaba más a nosotros a defender”. Cabrera ve en su excompañero y amigo una figura para ser colocada en un mejor lugar en el país. “No quiero que se olviden de Kenny Jones, si es Salón de la Fama o si es Vieja Gloria”.
FUENTE: DIARIO LIBRE
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