PROBLEMAS DE CONDUCTA: RUSSELL WESTBROOK

OKLAHOMA CITY -- Russell Westbrook enojado no es nada nuevo.

Russell Westbrook enojado con sus compañeros no es nada nuevo.

Pero siempre es noticia, sobre todo cuando se pone tan furioso que pierde el control y sale del banco echando chispas por el túnel.

Lo que habría sido otra victoria común y corriente por 106-89 para el Oklahoma City Thunder sobre los Memphis Grizzlies -- centrada en torno a la ineptitud ofensiva de los Grizzlies tras el canje de Rudy Gay -- se vio condimentada por Westbrook, quien perdió los estribos en el tercer cuarto.

Con 8:53 minutos por delante en el período y el Thunder 25 puntos arriba, Westbrook estaba aislado frente a Jerryd Bayless, haciéndolo retroceder en el poste. Thabo Sefolosha cortó del ala derecha a la pintura cuando Westbrook comenzó a hacer un movimiento. El corte trajo un defensor extra, lo que confundió a Westbrook por un segundo. La vacilación hizo que Westbrook cometiera una falta de cinco segundos, a lo que respondió picando fuerte el balón dos veces, y luego ladrándole a Sefolosha.
Sefolosha le contestó de la misma manera. Y Westbrook ladró un poco más.

Para un jugador tan emocional y exaltado como Westbrook, la erupción no fue demasiado sorprendente. Pero lo que sucedió después sí lo fue.

Westbrook fue al banco antes de lo habitual en el tercer segmento y, mientras el asistente Mo Cheeks intentaba calmarlo, Westbrook se apartó, tropezó con alguna pieza de equipamiento y se marchó a los vestidores. Fue un movimiento bastante sorprendente. Un jugador no lesionado que se va a los vestidores sólo para recuperar la calma.

"Russell es un tipo emocional. Juega duro. Juega cada noche. Juega para su equipo cada noche", dijo el entrenador del Thunder, Scott Brooks. "No cabe duda de que estaba frustrado. No estoy tratando de restarle importancia a eso. Tiene que ser capaz de controlar sus frustraciones, pero esto es parte de eso. No es nada que vaya a extenderse hasta mañana; está terminado, hemos seguido adelante".

El arrebato de Westbrook puede verse de dos maneras: (1) Es otro ejemplo de cómo sus emociones lo dominan y debe madurar, o (2) mostró un progreso en esa área y está controlándose mejor.
Lo interesante de esto es que en realidad Westbrook pidió salir del juego. Después de su bronca con Sefolosha, miró al banco, tiró de su jersey y dijo "sácame". Quería tranquilizarse y calmarse.

Pero lo que estaba sucediendo fuera de la cancha evidentemente se convirtió en una gran distracción para todos, el Thunder inclusive. Mientras Westbrook echaba humo en el banco, Memphis tranquilamente redujo un déficit de 25 puntos a 10 al final del tercer cuarto. Con el juego repentina e inesperadamente en duda, Westbrook regresó a la cancha en el inicio del último cuarto y por cierto fue la fuerza estabilizadora que el Thunder necesitaba para recuperar el control. Metió un tiro en suspensión, repartió un par de asistencias y ayudó a cerrarle la puerta a Memphis.

"Yo sabía que iba a volver, sabía que iba a volver y que jugaría el último cuarto", dijo Brooks. "Pero sé que teníamos que sacarlo en ese momento, y puedes sacar las conclusiones que quieras, pero nosotros sabíamos que él iba a volver".

Dijo Westbrook sobre cómo controló su temperamento: "Lo controlo como un hombre, como lo hice esta noche".

Lo que sea que eso signifique. Pero el Westbrook de hace dos años probablemente habría perdido el control por completo tanto dentro como fuera de la cancha. Al regresar al campo de juego, no habría sido capaz de calmarse y habría vuelto a perder los estribos. Ha crecido un poco, y si bien no lo controló del todo, fue evidente que trató de tomar medidas para calmarse.

"Perdimos a muchos veteranos aquí", dijo Nick Collison. "Y la razón por la que hemos sido capaces de seguir adelante... es lo que Russell, lo que Kevin, han hecho como líderes. Y han sido grandiosos este año. Han crecido mucho. [Han liderado al] equipo con su voz y también con su juego. No vi lo que pasó esta noche, pero sé que estos hombres se merecen mucho crédito. ... Russ en particular ha crecido mucho. Vamos a estar bien".

Dijo Kevin Durant: "Fue un desacuerdo. Así es el básquetbol, tienes muchas emociones diferentes en un solo equipo. Vas a tener desacuerdos. No es la primera vez, y no va a ser la última. Simplemente hay que saber cómo responderse el uno al otro, y creo que siempre hacemos un gran trabajo de eso.

Fue un desacuerdo. Todos los equipos los tienen, pero por suerte en nuestro equipo lo hablamos y no lo dejamos macerar durante mucho tiempo. Russell volvió y respondió muy, muy bien para nosotros en el último cuarto".

Con Westbrook, nunca es tan simple como un "desacuerdo". Siempre es percibido como algo más grande, siempre es visto como un posible problema que será lo que se interponga en el camino del Thunder y su máximo potencial. Westbrook es un pararrayos de críticas, y más que nada son auto-infligidas por las mismas razones exhibidas ante Memphis.

Pero se alimenta de las emociones y la ira. Hace un par de semanas hizo una interferencia contra la mascota de Denver, sin provocación alguna, e impulsó a su equipo en una seguidilla de 9-0 que incluyó un triple para empatar el partido. Es lo que es y no va a cambiar.

La pregunta es si esto entorpecerá su juego, y, más importante aún, el de Oklahoma City. El jueves no fue así, porque no lo permitió. Aunque su forma de manejarlo haya sido poco ortodoxa. Pero cuando se trata de Russell Westbrook, no hay demasiadas cosas que se hagan de manera tradicional.

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