La Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) debe ejecutar un programa de desarrollo de talentos para los equipos nacionales, tanto el masculino como el femenino.
Ese es un programa que debió comenzar hace algún tiempo. Pero todavía no es tarde para emprender la tarea.
Hay que decir que los residuos que aún quedan de intentos pasados en esa dirección, en el caso del masculino, dieron buenos frutos. Sin embargo, ya no les queda mucho por dar.
Ese es un programa que debió comenzar hace algún tiempo. Pero todavía no es tarde para emprender la tarea.
Hay que decir que los residuos que aún quedan de intentos pasados en esa dirección, en el caso del masculino, dieron buenos frutos. Sin embargo, ya no les queda mucho por dar.
Jugadores que fueron entrenados en las selecciones nacionales menores se han añejado y no ha venido un adecuado relevo generacional de ellos, en el equipo de mayores.
Hablo de jugadores como Jack Michael Martínez, Amaurys Filión, Joel Ramírez, Carlos Paniagua, para mencionar cuatro miembros prominentes de selecciones nacionales de categorías menores de los años 90 y comienzos del 2000, quienes han cosechado muchos triunfos regionales (Centroamérica y Caribe) con el equipo nacional de mayores.
Los resultados del equipo nacional masculino en competencias internacionales nos indican claramente que hace falta ejecutar un plan de desarrollo de talentos jóvenes para la escuadra.
Fíjese que hablo de ejecución, de desarrollo y de un plan. El surgimiento de talentos jóvenes para el baloncesto en el país ha estado en los últimos años muy al azar. No ha sido el fruto de un trabajo de entrenamiento sostenido dirigido por la Fedombal.
Nos hemos ido a buscar el talento que surge en los Estados Unidos y nos hemos olvidado de desarrollar el que está a la mano, aquí en el patio.
El buen amigo Héctor Báez, quien ha estado la mayor parte de esos últimos años a los cuales me refiero al frente del proyecto de selecciones nacionales, ha tenido y tiene buenas ideas al respecto.
Esas ideas no han sido ejecutadas, en muchos casos, por falta de respaldo económico y no han faltado otros casos en los cuales se ha debido a la falta de una voluntad política en esa dirección de parte del Comité Ejecutivo de Fedombal, el cual preside el ingeniero Frank Herasme.
Para las selecciones nacionales, simultáneamente con el apoyo y fortificación de los torneos locales, hay que mantener en ejecución un plan de preparación y desarrollo de talentos, de un grupo élite.
El voleibol femenino lo ha hecho con éxito. Ahí están sus resultados de las competencias internacionales. Aunque en su caso, el voleibol femenino lo ha hecho en desmedro del desarrollo colectivo, de la masificación de la disciplina en el país.
Dos contrastes
Nadie puede negar dos realidades de las selecciones nacionales de voleibol femenino y baloncesto masculino: en los últimos 15 años, ambas han sido más exitosas que nunca antes. Y andando por caminos distintos, aunque no opuestos.
Una, la de voleibol, por la del desarrollo de un grupo élite, sin la debida atención a la masificación por parte de su federación.
La otra selección, la de baloncesto masculino, con una masificación sólo comparada con la del béisbol, pero con un pobre trabajo en el desarrollo de talentos, de un grupo élite.
Ninguna de esas dos selecciones ha tenido el éxito al cual se aspira lleguen en el primer nivel de competencia mundial de sus respectivas disciplinas.
La razón principal de ello es que ninguna de las dos federaciones, ni la de voleibol, ni la de baloncesto, han logrado combinar los dos trabajos: el de masificación y aquel que desarrolla talentos jóvenes, promisorios.
Hasta que no se logre eso, podremos seguir ganando medallas en Juegos Centroamericanos y del Caribe, hasta a nivel de Juegos Panamericanos, por lo bueno del material humano con el cual cuenta el país en ambos deportes (voleibol femenino y baloncesto masculino); pero nunca ganaremos un puesto de respeto, el que da una medalla, en campeonatos mundiales y olímpicos.
El país ha invertido demasiado en esas dos disciplinas para no aspirar a ese logro.
FUENTE: LISTIN DIARIO
ESCRITO POR: OSVALDO RODRIGUEZ SUNCAR