Arribó desde República Dominicana para quedarse por toda la temporada. Ya debutó ante Puente Alto y Boston, por lo que seguramente será de la partida este viernes ante Liceo Mixto. Su juego más técnico y menos vistoso que el común denominador de los extranjeros en la liga, hace que pueda convertirse en un real aporte. Sigiloso, pero vital.Con 23 años, Juan Pablo Montás fue la primera incorporación del Basket UC para el presente semestre.
Aunque tuvo un debut titubeante ante Puente Alto (donde finalizó con cuatro faltas) se reivindicó ante Boston College y fue el segundo goleador cruzado con 13 puntos, instancia que le permite avizorar un mejor futuro en su rendimiento:“Me falta un poco más entrar en confianza y jugar mi juego, que estoy seguro de poder lograr”. Montás no se destaca por ser un goleador, más que eso, aporta altura al quinteto cruzado y desde el fondo apoya la labor de los jugadores internos. Sobre ello, el análisis que hace respecto a los dos partidos ganados en el Estadio Palestino recae en el buen juego colectivo de la UC.
“Los partidos fueron buenos porque ganamos los dos en casa. Es un camino largo, estamos recién comenzando y me estoy acoplando mejor con mis compañeros”, reflexionó Montás, que este viernes de seguro será del arranque en el importante compromiso que tiene la UC ante Liceo Mixto, a las 20:30 horas en San Felipe.“YA VERÁN EL VERDADERO NIVEL DE JUAN PABLO MONTÁS”La frase responde a una pregunta que le hicimos a Juan Pablo en una tarde de entrenamiento. Sabe que las expectativas que se trazó son altas y que sobreexigirse le permitirá alcanzar el rendimiento que espera demostrar en Católica.
Respecto a ello, derrocha humildad al señalar que todo su trabajo va en pos del equipo.“Me siento bien porque he ido mejorando. No estoy jugando a mi mejor nivel porque no he me acostumbrado del todo al juego de aquí, pero sé que durante la marcha daré todo el esfuerzo. Colaboraré y contribuiré en lo que el equipo necesite”, sentencia Juan Pablo Montás.(anoto 19 puntos el viernes)
Un dominicano que no quiere ser huella invisible en la historia del baloncesto de la franja.
Fuente: lacatolica.cl
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