ORLANDO -- Maurice Cheeks al principio pareció un poco ofendido por la pregunta.
La pregunta para el ex base armador de los Philadelphia 76ers campeones, quien fue tan duro y orgulloso como todo el equipo en su apogeo, el viernes por la noche antes del partido "Rising Stars" en el Amway Arena fue qué pensaba acerca de la nueva era de oro de los jugadores en su vieja posición. "¿Era de Oro?", Respondió Cheeks. "El puesto de base armador es, obviamente, diferente a cuando yo jugaba. Los bases armadores son capaces de hacer más cosas. Pueden anotar, sumar rebotes, pasar el balón, hacen un poco de todo. En mi época de oro, teníamos prácticamente una sola función.
Teníamos la capacidad para convertir, pero nuestro trabajo era configurar nuestro equipo. Las capacidades de estos muchachos van mucho más allá de eso ahora". Basta con contemplar a Kyrie Irving como Prueba A. Si Cheeks necesitaba a alguien que encarnara el espíritu del mensaje que estaba tratando de transmitir, Irving tenía que dar un paso al frente. Surgió justo en el momento adecuado.
Irving mostró estilo, velocidad, dinamismo, coraje y una sonrisa de un millón de dólares a lo largo de una noche en la que brilló entre los mejores jóvenes estrellas de la liga para liderar el Team Chuck a una victoria de 146-133 en el Rising Stars Challenge que contó con los mejores novatos y jugadores de segundo año de la liga. Como el pick No. 1 en el draft de junio pasado, Irving fue un prospecto que no se pudo pasar por alto el viernes por la noche. Irving convirtió 12 de 13 tiros, terminó con 34 puntos, nueve asistencias y dos robos para ganar el premio al JMV del partido -- una distinción que valida su condición de jugador del futuro de la liga en la posición.
Tampoco es que el catalizador de los Cleveland Cavaliers esté fuera de condición en el presente. "Sabes, es desafortunado que se dé un Juego de las Estrellas", dijo Irving de lo que él cree que fue la mejor performance de disparos que ha tenido en un juego en cualquier nivel. "Estas estadísticas no se traspasan a la temporada. Pero al final del día, es divertido jugar con tantos muchachos talentosos".
Cheeks fue el producto de una época de armadores en la que primero había que demostrar. Así que es comprensible si no está completamente listo para ungir a la cosecha actual de armadores de la liga como un movimiento oficializado por el momento. Pero los hechos lo demuestran. Hay un renacimiento en esta posición en la NBA, y el futuro no dejó de parpadear delante de los ojos de Cheeks cada vez que Irving, John Wall, o Ricky Rubio corrieron por la cancha, volcaron el balón con énfasis o repartieron alguna asistencia por la espalda y sin mirar.
La defensiva es sólo un rumor en este tipo de juegos. Sin embargo, no se opone a la idea de que si estos muchachos tienen el balón en movimiento para sus respectivas franquicias, entonces la liga sin dudas está en buenas manos. Lo que vimos la noche del viernes es sólo una instantánea de lo que la liga se ha convertido en la posición de base armador. Joven. Llamativa. Temiblemente atlética.
Imagínense si Dennis Johnson hubiese tenido la capacidad de salto de LeBron James. Contarías con los ingredientes de Russell Westbrook. O qué hubiese pasado si la velocidad y el estilo de ataque de Isiah Thomas se hubiesen sumado al toque con los lanzamientos de Ray Allen. Ese ha sido el tipo de flashes híbridos que Irving mostró el viernes por la noche. "Son mejores atletas", dijo Cheeks, quien entrenó a un equipo que incluyó a Irving y a Wall. "Desde el más pequeño hasta el más alto, todos encestan el balón y agarran los rebotes muy bien".
Cheeks, por supuesto, está quedándose corto al hablar de su época tan modestamente. Compartió una época en la década de 1980 con los miembros del Salón de la Fama, Magic Johnson, Dennis Johnson, Thomas, John Stockton, John Lucas y muchos otros jugadores dinámicos en la posición. Pero hay un movimiento juvenil innegable que se está extendiendo a través de la liga en estos momentos.
Al menos 15 de los 30 equipos de la NBA están a cargo de bases armadores con cuatro o menos temporadas de experiencia. Irving, Rubio, Wall y Kemba Walker representaron los rostros nuevos en el grupo del viernes. Derrick Rose y Westbrook, ambos jugando en su cuarta temporada, serán las figuras principales de la clase en el All-Star Game del domingo. Ubicados dentro de esos equipos estarán jugadores de la talla de Tyreke Evans, Stephen Curry, Brandon Jennings, Jrue Holiday y Ty Lawson, entre otros.
Esto condujo a un debate entre los que afirman estar marcando el comienzo de un cambio en la posición. No hay muchos equipos en la liga que puedan decir que no se sienten alentado por las perspectivas que tienen en el puesto de base armador. "Con esta clase de jugadores, tenemos una gran oportunidad de ser especiales en la posición -- y es algo viene de alguien [Cheeks] que era especial en la posición", dijo Wall el viernes. "Mientras que continuemos creciendo, mejorando, estudiando grabaciones y tomando las mejores decisiones seguiremos por el buen camino, pero todavía tenemos mucho que aprender, mucho que hacer".
Cheeks, un asistente del Oklahoma City Thunder, ha visto un rápido desarrollo de Westbrook que pasó de ser un talento en bruto y atlético a un catalizador experto y de élite junto con Kevin Durant. Ron Adams, quien fue entrenador del equipo perdedor el viernes, que incluyó a Rubio, Jeremy Lin y Brandon Knight, como asistente en Chicago también ha sido testigo de la maduración de Rose en tres temporadas, quien pasó de ser un novato al JMV reinante de la liga.
"Es un momento interesante en la liga", dijo Adams. "Todos los escoltas de nuestro equipo son muy buenos jugadores y han jugado muy bien esta temporada, pero hay muchos bases armadores buenos en esta liga en estos momentos. Hay uno de ellos que admiro en particular, pero hay un montón de armadores sobresalientes en la liga". Irving está demostrando ser el último producto de una profunda y prometedora clase de bases armadores de la NBA.
Por Michael Wallace
ESPN.com
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