En un contexto más amplio y quizás hasta más positivo, , las hazañas de Lin han logrado en dos semanas lo que la NBA no pudo lograr en dos meses: enterrar los efectos del cierre patronal y por fin darle al fanático una razón para sintonizar los acontecimientos de la liga.
Oficialmente, la cifras de fanáticos que están acudiendo a los partidos son iguales o mayores a las de la temporada pasada, según las estadísticas de los equipos y la NBA, pero en la proyección de la liga y la imagen de los jugadores, muchos fanáticos mantienen cierto de nivel de apatía hacia la esencia del básquet profesional.
Pero Lin, y la forma que se ha comportado en las últimas 48 horas con su cierto nivel de inocencia e incredulidad a su situación, ha logrado aglutinar a los fanáticos y trasciende las líneas de los equipos. En sus apariciones ante los periodistas, su sonrisa y su manera humana de contestar preguntas le ha ganado miles de fanáticos en decenas de mercados.
Durante el Juego de Futuras Estrellas, nadie recibió mayores aplausos en la introducción de los jugadores y eran decenas de letreros que se veían en las gradas. Desde "Linsanity" hasta "Lin it to win it", cada vez que Lin tocaba el balón, cierto nivel de electricidad se sentía en el Amway Center.
Y eso era algo que la NBA, hasta hace dos semanas, no tenía en su espectáculo desde los tiempo de Larry Bird & un jugador que representa el optimismo y la perseverancia de la clase trabajadora. Y en parte, el hecho de que Lin no es físicamente imponente, que habla pausadamente, pero claramente tiene un talento que muchos de nosotros los mortales quisiéramos tener, y que proyecta como una persona que muy bien pudiera ser un compañero de trabajo o de clases es en gran parte su mayor atractivo.
Cuando se le preguntó el viernes que opinara sobre su realidad y el hecho de que en cuestión de dos semanas se ha ido de la oscuridad al estrellato al punto de que puede ahora ser el protagonista de su propia conferencia de prensa en medio del Juego de Estrellas de la NBA.
"Sólo el mero hecho de que estoy aquí hablando con ustedes es increíble. Yo sólo estoy tratando de disfrutarlo y disfrutar cada paso y cada día", dijo Lin con una sonrisa a la vez que admitió que sigue siendo un jugador que gana el mínimo salarial de la NBA.
Pero lo más importante es la credibilidad que cada una de sus palabras tiene y en unos tiempos en dónde la nación está falta de héroes que representen el famoso "American Dream", la NBA tiene en sus manos la herramienta que necesitaba para nuevamente ganar la misma credibilidad con su base de fanáticos.
Y esa es la gran variable en todo este fenómeno y algo que la NBA no puede ni comprar ni crear pero nosotros como fanáticos si podemos disfrutar.
Javier Maymí
ESPNDEPORTES.COM
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