ALEX RODRIGUEZ//LISTINDIARIO
A unos días de que el año 2010 sea historia, revisar los acontecimientos que rodearon al baloncesto dominicano en los pasados 12 meses es imperativo.
Comenzar por lo malo para terminar por lo bueno y con una voz de esperanza para aprender de los errores y avanzar en el próximo año.
Sin discusión, el peor momento sufrido por el basket local lo constituyó el traumático centrobasket organizado en el país.
Por la falta de climatización en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, la Federación de Baloncesto para las Américas (Fibaamericas) estuvo a punto de cancelar el torneo, que se vio atrazado en una fecha.
Ese problema tuvo una repercusión internacional que se tradujo en que la República Dominicana se convirtió en el hazmerreir a nivel deportivo en todo el continente.
La Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal), el comité organizador y el Ministerio de Obras Públicas se repartieron los “papeles estelares” en esa película de terror que llenó de vergu¨enza a todos los deportistas dominicanos.
Pero los propios ejecutivos de Fibaamericas, aunque dijeron que su error fue “confiar en las personas”, tampoco cumplieron con su papel de supervisor.
Todo eso se pudo haber evitado con la simple decisión de llevar el certamen a la Arena del Cibao Oscar Gobaira, en Santiago.
Pero parece que una serie de intereses se atravesaron y fue el vetusto y decenas de veces reparado Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, el escenario de la oprobiosa escena.
Torneo sin campeón
En orden de importancia, la “organización” del torneo de baloncesto superior distrital sin la participación del campeón del año anterior (Rafael Barias) se lleva el casandra a la “Tragedia del Año”.
Una consecuencia, según los administradores de la franquicia, de la falta de recursos para cubrir la nómina del equipo golpeado por la negativa de la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (Abadina) de liquidar la boletería correspondiente al torneo de 2009.
De esa manera, se presentó un torneo “cojo” de cinco equipos, incluyendo las nuevas franquicias de El Millón y Huellas del Siglo y sin un campeón defensor.
Para colmo de males, los cinco equipos quedaron empatados con marca de 6-6 y la dirección técnica eliminó al Bameso, que alegaba una mala interpretación de los reglamentos para definir empates entre tres o más equipos.
El baloncesto femenino quedó en la quinta posición en el Centrobasket y una vez más vistió el traje de “gran olvidado”.
Las categorías menores y el desarrollo, fomento y la formación de la disciplina a nivel nacional no contaron con el apoyo necesario para dar los pasos de avance que merece.