Y era no era para menos, puesto que la disciplina del baloncesto en nuestro país no estaba atravesando por su mejor momento.
Una profusión interminable de campeonatos provinciales y regionales con grandes deficiencias organizativas, había terminado por alejar al público de las canchas.
Problemas disciplinarios con jugadores y directivos, falta de seguridad, instalaciones en malas condiciones, un público hostil preparado para arrebatar en caso de derrota, transmisiones deficientes, incumplimiento en el pago de salarios a jugadores, entrenadores, personal de apoyo, periodistas, etc., integraban un rosario interminable de trabas, que había llevado hasta el borde del precipicio a nuestros principales torneos, haciéndoles perder la credibilidad ante los seguidores del baloncesto.
Un empujoncito más y la popular disciplina habría caído por un desfiladero del que hubiera costado mucho sacarla.
Con la única excepción del torneo de Santiago, ese era el panorama que enfrentaba la LNB.
Un respiro
De ahí que el torneo de la LNB vino a significar una bocanada de aire fresco, un proyecto que demostró que, si se hacen las cosas bien, el baloncesto dominicano puede resurgir de sus cenizas, cual Ave Fénix.
El baloncesto es un deporte que cuenta con una enorme cantidad de adeptos en la República Dominicana, sólo comparable con el béisbol.
Es tanto así, que todos recordamos las décadas de los años 70 y 80 del pasado siglo, en que el torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional, tenía tanto arraigo en el pueblo como el campeonato de pelota invernal.
Se llegó a una situación, en que baloncestistas y beisbolistas competían en popularidad entre los fanáticos criollos.
Pero, lamentablemente todo eso fue quedando atrás y poco a poco se mató la gallina de los huevos de oro.
Gran reto
Luego del triunfo alcanzado en la primera edición, el núcleo de empresarios que encabeza la LNB, está consciente del gran compromiso que tiene por delante, pues ahora debe superar o por lo menos igualar, el estándar de calidad que se desplegó en el certamen del pasado año.
En ese tenor, el grupo ha comenzado a trabajar temprano en el montaje del venidero torneo, programado para iniciarse el 12 de julio, fecha establecida en común acuerdo con la Federación Dominicana de Baloncesto (FEDOMBAL), para evitar la coincidencia con otros certámenes y con el propósito de no entorpecer la participación en eventos internacionales de nuestra selección masculina de mayores.
Lalane sigue
Para garantizar que otra vez se celebre un torneo bien organizado, los responsables de las franquicias de la LNB, han mantenido al frente del circuito al licenciado Federico Lalane José, responsable en gran medida del éxito cosechado en el certamen de 2010.
Lalane José seguirá básicamente con su mismo elenco de trabajo y en ese sentido, ha contratado otra vez a personas como Nelson Ramírez, Pedro Leandro Rodríguez, Mynor Valverde y Niurca Herrera, en las áreas claves dentro del entramado del torneo.
Sobre ellos descansará la piedra angular del montaje del evento y como el pasado año, se espera que realicen una labor eficiente.
Otros renglones relevantes en la organización del certamen, igualmente estarán bajo la responsabilidad de individuos de probada capacidad, lo que presagia que, de nuevo, el proyecto resultará muy positivo.
Compromisos honrados Pero, además de lo que significó una efectiva organización, el factor clave para el buen desenvolvimiento del primer campeonato de la LNB, estuvo en el fiel cumplimiento de los compromisos financieros por parte de las franquicias, además que se hizo mucho hincapié en el aspecto disciplinario y en la seguridad de las diferentes instalaciones.
Lalane José, con la ayuda de su equipo y el apoyo de los inversionistas, fue un riguroso supervisor de estos asuntos, puntos neurálgicos en la organización de cualquier actividad.
A mi juicio, ahí radicó realmente el éxito del evento.
Respaldo
La FEDOMBAL y sus asociaciones afiliadas deben seguir colaborando, como lo hicieron el pasado año, con el torneo de la LNB, porque si éste se malograra, el gran perdedor sería el baloncesto dominicano.
Por el contrario, si todo vuelve a resultar bien, serían estas entidades las primeras en cosechar frutos muy positivos.
Mario E. Guerrero//LISTIN DIARIO
