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Al Horford está listo para volver a empezar, para demostrar que la temporada pasada es solamente un mal recuerdo y que puede volver a ser parte del Juego de las Estrellas tal y como lo hizo en el 2010 y el 2011.
La última vez que lo vimos, Horford estaba devastado tras la eliminación a manos de los Boston Celtics en la segunda ronda de los playoffs. Esto significaba un año más sin llegar a las Finales, sin conseguir el anillo tan preciado, y de tener que escuchar que los Atlanta Hawks fueron meramente un buen equipo sin pasta de campeón.
El golpe había sido doblemente duro para el pivot de 26 años, ya que una lesión en su hombro derecho lo había limitado a jugar apenas 11 partidos en la temporada regular y un puñado de juegos en los playoffs. Muchos jugadores no se hubiesen arriesgado de esa manera, nadie le hubiese reprochado nada sí se dedicaba a ser un espectador de lujo, pero Horford eligió el camino más difícil y al final doloroso también.
"Más que nada quería ayudar al equipo. Me considero un jugador de conjunto, me gusta apoyar al equipo en todas las formas que pueda. Esa oportunidad se presentó y me sentía lo suficientemente saludable como para salir y apoyar a mis compañeros", dijo Horford, que promedió 15.3 puntos y 8.3 rebotes en los últimos tres compromisos de la serie contra Boston.
"Yo creo que todo sucede por una razón... Quizás hubiese considerado (la posibilidad de) no jugar en la postemporada, ya que jugué pero todavía estaba en riesgo de tener otra lesión similar. Lo importante es que no pasó nada y ahora me puedo concentrar en este año".
Seis meses más tarde, Horford arrancó la pretemporada de cara a su quinto año en la mejor liga de básquetbol del planeta con sed de revancha y con un nuevo rol en el equipo tras la ida de Joe Johnson a los Brooklyn Nets.
"Fisicamente, estoy en un punto de mi carrera en el que me siento más saludable. En la serie contra Boston no estaba al 100 porciento. Ahora me siento mucho mejor mentalmente, estoy jugando con mucha confianza y creo que eso me va a ayudar mucho para esta temporada". dijo Horford en el día previo al comienzo de la pretemporada.
La temporada 2012-13 verá a unos Atlanta Hawks con muchas caras nuevas, algunas bien conocidas como las de un base veterano como Devin Harris y algunas nuevitas como las del escolta novato John Jenkins. Eso sí, el entrenador de los Hawks Larry Drew conoce muy bien lo importante que es tener a un referente positivo como Horford en su equipo en tiempos de recambio.
Sus compañeros lo quieren mucho, se esfuerzan para emular sus virtudes y aprecian tenerlo en su equipo. Más allá de Dwight Howard y Andrew Bynum, hay una escasez tremenda de jugadores impactantes en el poste bajo hoy en día en la NBA.
'No hay un jugador que se le parezca", dijo Devin Harris, el nuevo base de los Hawks proveniente del Utah Jazz tras el canje de Marvin Williams hace unos meses.
"Él puede encestar desde 18 pies (seis metros) de distancia, dominar el poste bajo y también salir en velocidad".
Kyle Korver, por su parte, aprecia la capacidad que Horford posee para derrotar a la doble marca personal y encontrar a tiradores de tres puntos como él, pero más que nada, Korver admira el profesionalismo y la entrega del dominicano.
"El tipo corre a toda velocidad jugando entre amigos en el patio de mi casa. Es muy amable, hace que sea fácil hablar con él y se destaca en perfeccionar los detalles que lo hacen mejor jugador".
Zaza Pachulia, un histórico de los Hawks y suplente de Horford, dijo que "todo empezó a cambiar, las cosas han mejorado desde que Horford llegó (a Atlanta)".
Es que claro, cuando el pivot de 26 años arribó a la ciudad del sur de los Estados Unidos en el 2007, los Hawks no habían clasificado a los playoffs desde 1998. Desde ese entonces, Atlanta ha accedido a la postemporada en cada uno de sus últimos cinco intentos e intentará llegar a los playoffs por sexta vez al hilo esta temporada.
"Horford es un gran jugador. Los números no mienten. Él ya fue parte del Juego de las Estrellas un par de veces. Gran jugador, gran compañero, contamos con él", dijo Pachulia.
Drew, por su parte, pretende cambiar el estilo de juego de los Hawks a uno más frenético y super ofensivo en su tercera temporada como entrenador del equipo. Sin embargo, decirlo y hacerlo son dos cosas muy distintas, y para lograrlo va a necesitar a la capacidad de un gigante versátil como Horford en su planteo.
"Lo ideal sería jugar a un ritmo muy rápido con grandotes que puedan correr de un lado a otro de la cancha, y Horford puede hacerlo. Lo primordial para poder hacerlo también es conseguir el rebote en defensa, y confío en él para conseguirlo", dijo Drew.
Horford no se quedó de brazos cruzados durante el descanso de la NBA, ya que participó del repechaje rumbo a los Juegos Olímpicos de Londres en Venezuela. Horford estuvo a un paso de cumplir su sueño de acceder a los Juegos, pero derrotas consecutivas ante Lituania y Nigeria lo dejaron en el umbral de la gloria.
"La verdad que fue una buena experiencia. No pudimos lograr nuestra meta, que era lograr clasificar a los Juegos Olímpicos, pero el equipo puso al país donde nunca habíamos estado antes, a un paso de las olimpiadas. Eso es algo muy especial para nuestro país, y es algo en lo que tenemos que seguir trabajando para mejorar en ese aspecto", dijo Horford.
"Lituania es un equipo extremadamente complicado, difícil, nos causaron muchos problemas. Nigeria fue un equipo que esa noche fue su noche. Tiraron de una forma increíble en el útimo periodo y nosotros no podíamos encestar la pelota".
La pésima actuación nigeriana en los Juegos, que incluyó una victoria, cuatro derrotas y una memorable caída ante el Dream Team estadounidense por 156-73, ciertamente dejó a Horford con la sensación de que su selección podría haber hecho algo mejor, pero prefirió ser optimista y lo llamó "una motivación extra para seguir mejorando".
El próximo gran objetivo de la nación caribeña a nivel internacional es el Mundial de España 2014 y luego los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en el 2016. Horford ya piensa en ambos torneos y dejó la puerta abierta para ser parte del Mundial.
"Puede ser. Hay una posibilidad que sí. Es que claro, todavía no he podido lograr esa meta de jugar un Mundial. Estaría por verse. El Mundial va a ser en España y me gustaría jugar, aunque sea, en un torneo como ese", declaró Horford.
Soñar no cuesta nada, y tanto los Atlanta Hawks como la República Dominicana espera que esta nueva etapa de Horford como referente sea el comienzo de una etapa repleta de logros y, porqué no, un anillo y una medalla en sus vitrinas algún día.
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