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Que Ray Allen se marchara de los Cetics a los Heat este verano ha sido considerado como un acto de alta traición por algunos jugadores y la mayoría de los aficionados de Boston.
El mejor tirador de la NBA se defendió de las acusaciones en sportsradiointerviews.com: “Fue una decisión que se enmarca dentro del ámbito de los negocios; el equipo me puso en una posición en la que tenía que moverme”. Allen lanza un mensaje inequívoco a los aficionados de los Celtics: “A mi familia y a mí no nos quedó otra que irnos. Miami era el destino más adecuado para nosotros habida cuenta de cómo estaban las cosas en Boston. Así que no me silben a mí. Abucheen a su equipo”.
Una lesión en el tobillo postergó a Ray Allen al banquillo. Cuando se recuperó, se encontró con que Avery Bradley era titular y él suplente. “Cuando me encontré con esta situación, nadie en mi familia quería que renovase. ‘El equipo no te está tratando como mereces’, me decían. Me sentí infravalorado”, prosiguió el escolta.
Firmó 14.2 puntos, 3.1 rebotes, 2.4 asistencias y 34 minutos por noche en su último año en los Celtics. Son los peores números de Ray Allen en anotación desde su temporada de novato en Milwaukee en 1996-97.
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