Presenciar un partido de serie final del baloncesto superior de La Vega
es todo un acontecimiento. Y que conste que en esta oportunidad -por
primera vez- no están participando ninguno de los “eternos rivales” del
basket vegano: Parque Hostos y La Matica.
Enriquillo y Parque Hostos son los protagonistas esta vez, pero la clase de jugadores que han puesto en el tabloncillo no tiene que envidiarle nada a cualquier otro torneo superior del país.
Nombres como Jack Michael Martínez, Juan Coronado, Manuel Fortuna, Rome Sanders, Alejandro Carmona, Ollie Bailey y Jonathan Rodríguez resaltan a la vista en las nóminas de los finalistas.
Pero también hay un buen talento local como Emilio Gómez, Waldo Estévez, Milton Rosario y Javier Bonilla, entre otros.
Como coaches están Melvin López y Rhadamés Paulino, por el Dosa, y José García (Calcaño), por el Enriquillo.
Impartiendo la justicia como árbitros estaban Reynaldo Mercedes, Celestino Pérez y Dobey García. Esto significa que parte de la “crema y nata” de los jugadores, técnicos y árbitros del baloncesto dominicano eran parte de ese encuentro.
La atmósfera era de primera con los fervientes fanáticos apoyando a sus equipos, coreando a sus jugadores favoritos y rivales, haciendo coreografías y con “bandas” musicales animando a los parciales de lado y lado, hombres, mujeres y niños disfrutando de un sano entretenimiento.
Una trasmisión por televisión y radio con viveza, elementos narrativos y llamativos, además de experimentados hombres de basket de la provincia, altos elementos técnicos y la gran promoción realizada por Microvisión le pone el “suspiro al bizcocho”.
Pero como todo lo que es humano, todavía está lejos de ser perfecto.
Una mayor presencia de entrenadores y árbitros nativos es ponderada como una de sus mayores debilidades.
Todavía muchos fanáticos no entienden que deben proteger el espectáculo, no dañarlo con sus actitudes desaprensivas contra jugadores, árbitros u otros fanáticos.
Aun muchos gerentes se llevan mucho del “corazón” y no de la razón a la hora de tomar una decisión que puede ser trascendental y por defender sus derechos a veces lo que hacen es perjudicarse más.
En sentido general, el basket superior de La Vega es el resultado de muchos años de esfuerzo, del sacrificio de muchas personas, del trabajo de otras desde el presidente de la Asociación hasta el más humilde de los muchachos que se encargan de la logística.
Y ante la posibilidad de que algunas de las “patas” en la que se erige el torneo falte se hace más necesario que nunca que los demás redoblen sus esfuerzos para mantener el nivel de la justa.
WWW.LIGAPLENITUD.NET
LISTIN DIARIO
Enriquillo y Parque Hostos son los protagonistas esta vez, pero la clase de jugadores que han puesto en el tabloncillo no tiene que envidiarle nada a cualquier otro torneo superior del país.
Nombres como Jack Michael Martínez, Juan Coronado, Manuel Fortuna, Rome Sanders, Alejandro Carmona, Ollie Bailey y Jonathan Rodríguez resaltan a la vista en las nóminas de los finalistas.
Pero también hay un buen talento local como Emilio Gómez, Waldo Estévez, Milton Rosario y Javier Bonilla, entre otros.
Como coaches están Melvin López y Rhadamés Paulino, por el Dosa, y José García (Calcaño), por el Enriquillo.
Impartiendo la justicia como árbitros estaban Reynaldo Mercedes, Celestino Pérez y Dobey García. Esto significa que parte de la “crema y nata” de los jugadores, técnicos y árbitros del baloncesto dominicano eran parte de ese encuentro.
La atmósfera era de primera con los fervientes fanáticos apoyando a sus equipos, coreando a sus jugadores favoritos y rivales, haciendo coreografías y con “bandas” musicales animando a los parciales de lado y lado, hombres, mujeres y niños disfrutando de un sano entretenimiento.
Una trasmisión por televisión y radio con viveza, elementos narrativos y llamativos, además de experimentados hombres de basket de la provincia, altos elementos técnicos y la gran promoción realizada por Microvisión le pone el “suspiro al bizcocho”.
Pero como todo lo que es humano, todavía está lejos de ser perfecto.
Una mayor presencia de entrenadores y árbitros nativos es ponderada como una de sus mayores debilidades.
Todavía muchos fanáticos no entienden que deben proteger el espectáculo, no dañarlo con sus actitudes desaprensivas contra jugadores, árbitros u otros fanáticos.
Aun muchos gerentes se llevan mucho del “corazón” y no de la razón a la hora de tomar una decisión que puede ser trascendental y por defender sus derechos a veces lo que hacen es perjudicarse más.
En sentido general, el basket superior de La Vega es el resultado de muchos años de esfuerzo, del sacrificio de muchas personas, del trabajo de otras desde el presidente de la Asociación hasta el más humilde de los muchachos que se encargan de la logística.
Y ante la posibilidad de que algunas de las “patas” en la que se erige el torneo falte se hace más necesario que nunca que los demás redoblen sus esfuerzos para mantener el nivel de la justa.
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