SANTO DOMINGO. Esta vez, la mejor asistencia de la temporada y de los últimos años, contrario a los partidos previos de la final, favoreció a Jobo Bonito y no a Villa Consuelo. Y es que, un Virgilio Travieso Soto lleno a capacidad, alentó al gigante Eddie Elisma, quien, como si estuviera jugando solo, se adueño del tabloncillo, para guiar anoche al Club San Lázaro a un triunfo de 73-64 sobre sus homólogos del Rafael Barias.
De esta forma, el San Lázaro, campeón vigente y dueño de siete títulos del baloncesto distrital, empata a dos la serie final contra el Barias, obligando a un quinto y decisivo partido el martes, a partir de las ocho de la noche.
En el primer cuarto del partido, ambos equipos establecieron una cerrada defensa individual que les permitió detener con éxito la ofensiva contraria, alternando pocos canastos, y provocando un empate de encestes de 16 por bando.
Pero en el inicio del segundo parcial, el Barias, súper rápido, se alejó por seis puntos con veloces contraataques de David Zabala, quien sin embargo, se olvidó del juego en conjunto, lo que aprovecharon los lazareños, guiados por Eddie Elisma, para organizar una presión cancha entera que viró el marcador y le dio el período con ventaja de cinco, 35-30.
En el interín, el Barias, desorganizado, errático y desesperado, fue detenido unos cuatro minutos sin lograr penetrar el aro. Comenzando el penúltimo cuarto, el Rafael Barias no sólo se mantuvo errático, sino que, además, acusó cansancio y rápidamente se metió en problemas de faltas personales, dándole al San Lázaro la posibilidad de ir a la línea de tiros libres, y con ello aumentando su ventaja a nueve, 56-47.
El último tiempo del partido fue una copia del anterior, con San Lázaro dominando todo el tiempo, el Barias haciéndose daño con protagonismos individuales.
El norteamericano Eddie Elisma encabezó la ofensiva de Jobo Bonito con 25 puntos, seguido por el dominicano Carlos Paniagua, con 17.
De esta forma, el San Lázaro, campeón vigente y dueño de siete títulos del baloncesto distrital, empata a dos la serie final contra el Barias, obligando a un quinto y decisivo partido el martes, a partir de las ocho de la noche.
En el primer cuarto del partido, ambos equipos establecieron una cerrada defensa individual que les permitió detener con éxito la ofensiva contraria, alternando pocos canastos, y provocando un empate de encestes de 16 por bando.
Pero en el inicio del segundo parcial, el Barias, súper rápido, se alejó por seis puntos con veloces contraataques de David Zabala, quien sin embargo, se olvidó del juego en conjunto, lo que aprovecharon los lazareños, guiados por Eddie Elisma, para organizar una presión cancha entera que viró el marcador y le dio el período con ventaja de cinco, 35-30.
En el interín, el Barias, desorganizado, errático y desesperado, fue detenido unos cuatro minutos sin lograr penetrar el aro. Comenzando el penúltimo cuarto, el Rafael Barias no sólo se mantuvo errático, sino que, además, acusó cansancio y rápidamente se metió en problemas de faltas personales, dándole al San Lázaro la posibilidad de ir a la línea de tiros libres, y con ello aumentando su ventaja a nueve, 56-47.
El último tiempo del partido fue una copia del anterior, con San Lázaro dominando todo el tiempo, el Barias haciéndose daño con protagonismos individuales.
El norteamericano Eddie Elisma encabezó la ofensiva de Jobo Bonito con 25 puntos, seguido por el dominicano Carlos Paniagua, con 17.
