Mucho se ha hablado y debatido en la última
semana con relación al Salón de la Fama del béisbol. Un ex pelotero
dominicano, Sammy Sosa, estuvo en el centro de la discusión junto a
otros portentos de ese deporte.
Pero habrá algún dominicano con el mérito suficiente para ingresar algún día al Salón de la Fama del Baloncesto.
Primero está el Salón de la Fama Memorial Naismith establecido en 1959 con sede en Springfield, Massachusetts.
Es criticado por favorecen a entrenadores universitarios activos, omitir algunos jugadores y coaches, además de un proceso poco transparente, incluyendo el voto anonimo.
Cuatro comités (Norteamericano, Femenino, Internacional y Veteranos) votan por una preselección (7 a 5 votos) y un límitado número de candidatos (10 a 2) que pasan a un Comité de Honor de 12 miembros permanentes y 12 especialistas rotativos de los primeros comités. Para ser inducido se necesitan 18 votos a favor (un 75 por ciento).
Este incluye jugadores, entrenadores, árbitros, ejecutivos y otros que han contribuido al deporte en todo el mundo.
Un total de 314 individuos y nueve equipos han sido exaltados hasta el momento.
Pero en 1991 fue establecido el Salón de la Fama de la FIBA que honra a los jugadores, entrenadores y administradores que han contribuido a la competencia internacional del baloncesto.
Incluye la Libreria Samaranch, la más grande del mundo especializada en baloncesto, con más de 10 mil libros y 950 revistas de 65 países.
Ahora funciona en un edificio construido en Alcobendas, Madrid, por la fundación Pedro Ferrándiz, pero para el primero de abril se espera que sea trasladado a la “Casa del Baloncesto”.
Será la nueva sede de la FIBA en el pueblo suizo de Mies a 10 minutos a pie del aeropuerto de Ginebra.
Contará con un estacionamiento subterráneo, un piso completo para el personal administrativo de la FIBA, un centro de conferencias, sala de exposiciones, el Salón de la Fama y una biblioteca.
El edificio es de forma de una mano e incorpora una estructura de acero que recuerda a la canasta de baloncesto tejido.
Está situado en una parcela de 8,500 metros cuadrados a orillas del lago de Ginebra, con vistas al lago y los Alpes.
En este, las federaciones pueden sugerir los candidatos a tomar en cuenta. República Dominicana todavía no lo ha hecho.
Pero algunos nombres que podrían ser sugeridos incluyen a Virgilio Travieso Soto, Antonio-Chicho-Sibilio, José -Grillo-Vargas, Al Horford y Jack Michael Martínez.
En otra entrega se abordará la hoja de servicio de cada uno y sus posibilidades para llegar, al menos, al Salón de la Fama de la FIBA.
WWW.LIGAPLENITUD.NET
Pero habrá algún dominicano con el mérito suficiente para ingresar algún día al Salón de la Fama del Baloncesto.
Primero está el Salón de la Fama Memorial Naismith establecido en 1959 con sede en Springfield, Massachusetts.
Es criticado por favorecen a entrenadores universitarios activos, omitir algunos jugadores y coaches, además de un proceso poco transparente, incluyendo el voto anonimo.
Cuatro comités (Norteamericano, Femenino, Internacional y Veteranos) votan por una preselección (7 a 5 votos) y un límitado número de candidatos (10 a 2) que pasan a un Comité de Honor de 12 miembros permanentes y 12 especialistas rotativos de los primeros comités. Para ser inducido se necesitan 18 votos a favor (un 75 por ciento).
Este incluye jugadores, entrenadores, árbitros, ejecutivos y otros que han contribuido al deporte en todo el mundo.
Un total de 314 individuos y nueve equipos han sido exaltados hasta el momento.
Pero en 1991 fue establecido el Salón de la Fama de la FIBA que honra a los jugadores, entrenadores y administradores que han contribuido a la competencia internacional del baloncesto.
Incluye la Libreria Samaranch, la más grande del mundo especializada en baloncesto, con más de 10 mil libros y 950 revistas de 65 países.
Ahora funciona en un edificio construido en Alcobendas, Madrid, por la fundación Pedro Ferrándiz, pero para el primero de abril se espera que sea trasladado a la “Casa del Baloncesto”.
Será la nueva sede de la FIBA en el pueblo suizo de Mies a 10 minutos a pie del aeropuerto de Ginebra.
Contará con un estacionamiento subterráneo, un piso completo para el personal administrativo de la FIBA, un centro de conferencias, sala de exposiciones, el Salón de la Fama y una biblioteca.
El edificio es de forma de una mano e incorpora una estructura de acero que recuerda a la canasta de baloncesto tejido.
Está situado en una parcela de 8,500 metros cuadrados a orillas del lago de Ginebra, con vistas al lago y los Alpes.
En este, las federaciones pueden sugerir los candidatos a tomar en cuenta. República Dominicana todavía no lo ha hecho.
Pero algunos nombres que podrían ser sugeridos incluyen a Virgilio Travieso Soto, Antonio-Chicho-Sibilio, José -Grillo-Vargas, Al Horford y Jack Michael Martínez.
En otra entrega se abordará la hoja de servicio de cada uno y sus posibilidades para llegar, al menos, al Salón de la Fama de la FIBA.
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