DEL DIRECTORIO DE LIGAPLENITUD

UNA NOCHE NEGRA
Ayer era un día importante, un día de celebración mundial para recordar el mandamiento divino de trabajar para poder comer. El Apóstol Pablo enseño: “el que no trabaje que no coma”, por ende ayer Sábado todos, si, hasta los que no trabajan celebraron el día del trabajador; fue un día muy soleado, las playas estaban llenas de gente, que como no se trabajaba aprovecho para irse a distraer un poco.


Pero en la ciudad, si en la ciudad de la caña, en la flor del este donde no se descansa por nada, ni siquiera por el día del trabajador, había expectativa, había espera, había deseos de que llegaran las 8 de la noche, todos estábamos pendientes de la llegada de ese partido número cuatro entre los dos mejores equipos de esta década, sin dudas, uno ganador cuatro veces de la final, el otro el Utah Jazz de Malone y Stockton de La Romana, ha estado en dos finales y siempre dando la pelea en los playoffs poniendo gente fuerte en el tabloncillo siempre, pero con la mala suerte de encontrarse por merita coincidencia con el equipo rojo (mucha casualidad que coincida con el color de los Chicago Bulls) el equipo más fuerte de los últimos 7 años, el que siempre está en el dinero, equipo que entre los años 2000 y 2009 ha sido subcampeón 2 y campeón otras 4 veces.

Así llego la hora del partido, los amarillos se reforzaban hasta los dientes, si trajeron al miembro de la selección Alex Salas y a la sensación Santiaguera Víctor Liz, los Rojos volvían con el mismo equipo, con las mismas armas que ya le habían dado dos victorias previas, así que el partido comenzó, comenzó con las intenciones de ser un gran partido, con gran nivel, con una gran integración del fanático, pero con un ambiente de PROBLEMA, sí, eso era lo que se respiraba desde la tarde, de eso era que se hablaba, todo iba bien hasta el segundo cuarto, el jefe amarillo invito a El Burro Prieto a entrar al partido, si a Gerald Festen que no había jugado ni en el juego 1, ni en el juego 2, ni en el juego 3 de esta serie, y por casualidad jugo solo 2 minutos y dio 5 fouls en el juego 4 (SOSPECHA), ahí fue que se armo el primer problema y comenzaron a arrojar objetos hacia el tabloncillo, porque el comisario del partido decidió que el árbitro expulsara a Gerald del partido.

Luego de esto el partido prosiguió y los rojos se mantuvieron dominando todo el partido hasta ese momento terminando la primera mitad con marcador de 51-42, pero es que los jugadores amarillos se veían fuera de juego, el gigante Alexis Montas no se veía motivado, los refuerzos estaban entregados pero no se veía la misma entrega, reaccionaron un poco en los últimos minutos del tercer cuarto y en una buena parte del último, pero no fue suficiente para superar la ventaja que habían tomado los rojos en el segundo cuarto que habían ganado por 30-15, falto decisión, falto deseo de salir a buscar el partido, porque los jefes estaban mentalmente en PROBLEMA, los fanáticos prefirieron perder de manera extradeportiva, prefirieron no dejar jugar a sus jugadores, prefirieron destruir el poli, que no es de ellos solos, que es de todos, prefirieron ensuciar el tabloncillo de aceite quemado, de negro, así fue la noche, negra, obscura, sin luces, victima el escenario deportivo del vandalismo, de la falta de respeto al basketball, de la maledicencia, de la no aceptación de la derrota con humildad.

Fue terrible ver en noches consecutivas de esta serie ver a los niños salir huyendo de la violencia, ver a los adultos correr al sentirse en peligro, eso partía el alma, la inseguridad ante la mezquindad, ante la falta de aceptación de la derrota, no, no, no, no, es inaceptable, los policías de pusilánimes, no hicieron nada para proteger el bien de todos, son unos inútiles, no se respetan ellos ni nos respetan a nosotros, es un asunto inaceptable, debemos comenzar a pensar con la cabeza y no con los pies, es el momento de reflexionar, SAVICA y QUISQUEYA, esperamos poder contar con una gran serie final y por favor seamos humildes en la victoria para no provocar estas acciones y seamos humildes y pacientes en la derrota para no llegar a la bajeza de destruir nosotros lo que tanto cuesta tener: un torneo y un polideportivo.