Como están las cosas ahora mismo en el baloncesto dominicano se podría decir que esta difícil competir para las franquicias pequeñas. Esto lo decimos debido a lo que hemos visto en el aspecto organizativo de varios equipos de la liga que nos hace pensar que será difícil para el pequeño competir en la Liga Nacional de Baloncesto (LNB).
En el circuito este que nos ocupa en estos momentos hemos visto la mejoría de las relaciones publicas de las franquicias, la imagen institucional de por lo menos tres de las cuatro, y la posibilidad de una mejoría en las inversiones y en la competitividad son fuertes que se vislumbran en este circuito.
Una nueva visión empresarial con la llegada de los Bonetti a la liga, Los Leones de Santo Domingo se han presentado como una franquicia bien organizada, amen de que el manejo de una franquicia de basket comparado con una de baseball no se asemejan en lo mas mínimo, principalmente en lo económico, porque esta gente posee recursos y el basketball es muy barato y podría ser muy rentable si se le sabe comercializar.
También están los directivos nuevos de Los Cocolos de San Pedro, los cuales están invirtiendo buen dinero en el baloncesto y ello podría resultar en buenos dividendos al final. También creemos que en los años venideros se puede establecer un calendario mas largo de por lo menos 30 partidos, obviamente que eso depende de la llegada de mas empresarios al baloncesto gente con posibilidades económicas, que puedan soportar un calendario tan largo, pero esto depende mucho de la comercialización, depende de cómo se vendan los proventos.
Un ejemplo es el romanense, aquí los que han manejado la franquicia por siempre han sido gente pobre, amantes del baloncesto, que se han aventurado a dirigir una franquicia de baloncesto, pero que no han podido tener el éxito adecuado por falta de recursos.
Y de tener una buena comercialización, de tener éxito deportivo, La Romana seria una potencia porque en La Romana aman el baloncesto, el fanático ama con todo su corazón el baloncesto, pero sin éxito deportivo no se puede lograr el éxito económico adecuado, no ha habido logística para vender.
Con figuras como las que tienen todos los equipos de baloncesto que son idolatrados por los seguidores, se matarían por una camiseta de Reggie Charles con el clásico 21 en la espalda de los cañeros, o de Andy Williams, ¿Cuánto darían los seguidores de Ramoncito Ruiz por una camiseta?, ¿cuanto estaría dispuesto a pagar un fanático de los cocolos por una camiseta de Jack Michael Martinez con el 15 o de Luís Flores?.
El fanático del baloncesto dominicano es un amante ferviente del baloncesto y no escatimaría no solo para gastar en una camiseta, sino en gorras, llaveros y cualquier cosa alusiva a los equipos de baloncesto que siguen.
En el circuito este que nos ocupa en estos momentos hemos visto la mejoría de las relaciones publicas de las franquicias, la imagen institucional de por lo menos tres de las cuatro, y la posibilidad de una mejoría en las inversiones y en la competitividad son fuertes que se vislumbran en este circuito.
Una nueva visión empresarial con la llegada de los Bonetti a la liga, Los Leones de Santo Domingo se han presentado como una franquicia bien organizada, amen de que el manejo de una franquicia de basket comparado con una de baseball no se asemejan en lo mas mínimo, principalmente en lo económico, porque esta gente posee recursos y el basketball es muy barato y podría ser muy rentable si se le sabe comercializar.
También están los directivos nuevos de Los Cocolos de San Pedro, los cuales están invirtiendo buen dinero en el baloncesto y ello podría resultar en buenos dividendos al final. También creemos que en los años venideros se puede establecer un calendario mas largo de por lo menos 30 partidos, obviamente que eso depende de la llegada de mas empresarios al baloncesto gente con posibilidades económicas, que puedan soportar un calendario tan largo, pero esto depende mucho de la comercialización, depende de cómo se vendan los proventos.
Un ejemplo es el romanense, aquí los que han manejado la franquicia por siempre han sido gente pobre, amantes del baloncesto, que se han aventurado a dirigir una franquicia de baloncesto, pero que no han podido tener el éxito adecuado por falta de recursos.
Y de tener una buena comercialización, de tener éxito deportivo, La Romana seria una potencia porque en La Romana aman el baloncesto, el fanático ama con todo su corazón el baloncesto, pero sin éxito deportivo no se puede lograr el éxito económico adecuado, no ha habido logística para vender.
Con figuras como las que tienen todos los equipos de baloncesto que son idolatrados por los seguidores, se matarían por una camiseta de Reggie Charles con el clásico 21 en la espalda de los cañeros, o de Andy Williams, ¿Cuánto darían los seguidores de Ramoncito Ruiz por una camiseta?, ¿cuanto estaría dispuesto a pagar un fanático de los cocolos por una camiseta de Jack Michael Martinez con el 15 o de Luís Flores?.
El fanático del baloncesto dominicano es un amante ferviente del baloncesto y no escatimaría no solo para gastar en una camiseta, sino en gorras, llaveros y cualquier cosa alusiva a los equipos de baloncesto que siguen.
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