De esta manera, los Bulls inician bien la serie después de barrer a Miami durante la temporada regular. A la mitad del tercer período tuvieron un ataque de 10 unidades sin respuesta, luego ampliaron la ventaja de manera definitiva en el último cuarto. Al acercarse los últimos minutos de juego, los aficionados no pudieron contenerse y cantaron "¡Sobrevalorados!" y "¡Derroten al Heat!".
El segundo juego será el miércoles por la noche en Chicago, y probablemente tendrán otra actuación como ésta.
Rose se tranquilizó después de perder el balón tres veces al inicio del juego y mostró la razón por la que es el Jugador Más Valioso. Encestó tres tiros desde la distancia de tres puntos, y los Bulls acertaron 10 de 21 en total.
Deng tuvo 21 puntos. Encestó cuatro disparos de tres unidades, tuvo cuatro robos, siete rebotes y sencillamente puso abrazaderas al Rey, limitando a James a 15 puntos tras acertar cinco de 15 tiros de campo.
Carlos Boozer agregó 14 puntos y nueve rebotes. Joakim Noah tuvo 14 rebotes y los Bulls superaron al Heat en el tablero por 45-33. Chris Bosh encabezó la ofensiva de Miami con 30 puntos y nueve rebotes. Dwyane Wade anotó 18 unidades, pero el Heat simplemente fue superado en toda la cancha.
El Heat tenía una ventaja de 58-57 a mitad del tercer cuarto cuando los Bulls iniciaron su ofensiva, al anotar 10 puntos seguidos y aprovechar el impulso.
Rose y Bogans comenzaron con disparos de tres puntos. Un robo de balón de Bogans contra Wade llevó a dos tiros libres de Rose después de que fue derribado cuando intentaba una canasta fácil en rompimiento rápido.
Entonces, después de un tiempo fuera, Noah bloqueó una bandeja de Wade y anotó segundos después, para dejar el marcador 67-58.
James Jones, del Heat, rompió la racha con un triple, pero no iban a poder detener a los Bulls.
Cuando Deng encestó otro triple con 1:15 por jugar, la multitud se levantó y dejó salir un rugido. Pero más importante aún, eso empezó una racha de 14-3 que se estiró hasta el cuarto periodo.
Ya fuera Boozer alimentando a Omer Asik para una clavada en el comienzo del cuarto periodo o Deng recuperando el balón de su propio intento fallido tras un triple de James, había suficientes emociones para que los aficionados de Chicago festejaran durante ese tramo. Aclamaron cuando Ronnie Brewer robó un pase de Mario Chalmers y encestó dos tiros libres, y después la clavó para convertir el marcador en un 80-66. Y cuando C.J. Watson metió un triple para aumentar la ventaja a 17, simplemente enloquecieron.
-- AP
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