CARACAS, VENEZUELA - - Desilusión, frustración, rabia y sospecha de una conspiración. Esos fueron los sentimientos y las dudas que quedaron el miércoles entre los fanáticos, directivos, jugadores y el cuerpo técnico de la selección nacional de Venezuela tras su eliminación del torneo Preolímpico FIBA cuando Nigeria obtuvo una sorpresiva victoria sobre Lituania por final 86-80 en la fecha final de la primera ronda del torneo que se está celebrando en Caracas.
Una victoria de Lituania sobre Nigeria hubiera clasificado a Venezuela a la segunda fase del torneo pautada para disputarse este viernes en el Poliedro de Caracas. La presencia de Venezuela en cualquier fecha del fin de semana hubiera garantizado que el torneo se seguiría jugando ante casa llena. Pero con los anfitriones fuera del panorama, las fases Cuartos de Final, Semifinal y Final del torneo, pautadas para jugarse durante los tres días del fin de semana, se jugarán ante menos público del debido. Si el torneo fuera un montaje privado, el mismo convertiría el negocio en un fracaso económico. Por suerte, fue el Gobierno quien subvencionó todo y controló la taquilla. Así que por ahora nadie está en la nación buscando protección en la Corte de Quiebras.
Sin embargo, para los fanáticos, directivos federativos y algunos miembros del cuerpo técnico, si existiera un foro al que puedan acudir a reclamar una conspiración detrás de ese resultado, de seguro acudirían a él.
Sucede que muy pocas personas en el mundo del baloncesto le veían opciones de triunfo a Nigeria sobre Lituania. Los lituanos han sido finalistas olímpicos, campeones de Europa y posiblemente tienen en el Preolímpico Mundial FIBA en Caracas al mejor equipo del torneo. El martes, por ejemplo, estos le ganaron a Venezuela por 18 puntos y los venezolanos habían dominado a los nigerianos el lunes por dos puntos.
Aunque en el deporte eso no garantiza nada, lo cierto es que pocos le daban chance de vencer a los lituanos, pero estos dieron el campanazo que enterró a los venezolanos.
Lituania también cayó en las garras de las especulaciones. Cuando Nigeria tomó ventaja de 11 puntos en un punto del tercer periodo, todo el mundo comenzó a hablar que Lituania no estaba jugando para ganar. Comenzaron a decir que querían vengarse de Venezuela por varias cositas. La primera por haberle ganado a última hora los derechos de montar el torneo para el cual ellos habían ofrecido sobre $5 millones.
Lo segundo por desquitarse de un amague de pelea que surgió el martes cuando el técnico de Lituania tomó un tiempo pedido con 4.5 segundos por jugar y dominaban el partido por 18 puntos. La acción, considerada antiética en un partido de liga profesional pero comprensiva en un torneo en el que el goal average es valioso - aunque no deja de ser antipática-, incluso por poco provocó una pelea entre los entrenadores Erick Musselman de Venezuela y Kestutis Kemzura de Lituania fuera del Poliedro cuando ambos iban a abordar el transporte de vuelta al hotel el martes.
El jueves, de hecho, comenzó a correr el rumor que incluso existe un video de los entrenadores de Lituania y Nigeria conversando el martes por la noche. Y la especulación reclama que en esa charla estaban conspirando para lo que sucedió el miércoles.
Será todo eso real o pura frustración. Nadie lo sabrá jamás. Y ya nada cambiará. Solo quedará como buena lección para Venezuela. Y para sus valiosos jugadores, quienes deberán comprender la necesidad de ganar juegos por la mayor cantidad de puntos posibles y perder partidos por el mínimo posible. En el torneo, quizás por estar en casa, celebraban demasiado cada punto anotado contra la oposición. Y ese ambiente de fiesta, en los que formaban gesticulaciones físicas, muchas veces se pierden enfoque y secuencia. Venezuela deberá aprender eso para poder alcanzar otro nivel.
Pero eso aparte, parece ser que muy pocos dejarán disipar la teoría de la conspiración. Aunque entre esos pocos que prefirieron no presentar excusas está el técnico de Venezuela. Musselman dijo el viernes que él había compartido con su elenco técnico dos días antes que creía a Nigeria capaz de vencer a Lituania. Lo hizo a base del factor que el único departamento de juego en el que Venezuela dominó a los lituanos fue en el del juego rápido. Y Nigeria es bueno en eso.
"Hay que darle crédito a Nigeria. Jugaron con todo el corazón y lograron canastos grandes una y otra vez. Sabía que podía ser una amenaza. Y es frustrante quedar eliminados de esa forma pero esas cosas suceden en este tipo de torneo", dijo Musselman.
"De camino al torneo sabíamos que estábamos en uno de los grupos más fuertes, si no el más fuerte". Por lo tanto, el camino fue escabroso y con conspiración o sin ella Venezuela se quedó corto. Ojalá y la experiencia sirva para crecer.
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Noel Piñeiro Planas
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