Hay una frase perfecta que una fuente de la NBA utilizó para describir la manera en la que la agencia libre de Dwight Howard se está definiendo. Desafortunadamente, este es un sitio web que apunta a la familia, de modo que no sería apropiado mencionarla.
A veces el cómo es tan importante como el qué. En el caso de Howard, es imposible separar los dos.
No podemos ignorar la manera en la que ha divagado durante su último año en Orlando, la falta de compromiso que demostró en su único año en Los Angeles y la forma en la que convirtió el final de su saga de dos años en un lío tal que todos comenzaron a pensar que la "Decisión" de LeBron James terminó siendo un proceso digno en comparación.
Así como "La Decisión" fue un reflejo de LeBron, quien creció en la era de los reality-shows y ha vivido delante de las cámaras desde que era un adolescente, todo este proceso fue un reflejo de Howard, y preocupa que realmente sea material de jugador de franquicia.
En realidad, es una movida a largo plazo justificable hasta quizá inteligente dejar a los Lakers y los $30 millones adicionales detrás para sumarse a una estrella más joven en James Harden, un mejor tutor grandote en Kevin McHale y el equipo top en relación a las conexiones con el marketing asiático.
Lo que es cuestionable es el camino que ha elegido para llegar hasta aquí.
Hace tiempo que dice que su prioridad es ganar campeonatos. Si esa fuese su prioridad, ¿por qué se ha mostrado tan reacio a sumarse a una franquicia que ha ganado diez en los últimos 33 años? ¿Por qué estaba tan interesado en ir a Brooklyn al principio?
Si lo que quería Dwight era una buena racha, debería haber presionado para sumarse al Thunder en 2012 a fin de jugar al lado de Kevin Durant y Russell Westbrook en una alineación que amedrentó al resto de la liga durante una década. ¿Un acuerdo por Harden y/o Serge Ibaka no hubiese sido atractivo para el Magic, sobre todo con el gerente general, Rob Hennigan, recién llegado de Oklahoma City? O Howard se podría haber ido a Chicago y sumado a Derrick Rose. Si hemos aprendido algo de Carmelo Anthony, es que las súper estrellas pueden terminar en donde realmente quieren estar, sin importar los obstáculos que se presenten en el medio.
Una fuente dijo que Howard no estaba muy decidido en su deseo inicial de dejar Orlando porque, "estaba siendo empujado en demasiadas direcciones" y quería ver si las cosas podían funcionar con el Magic. Lo anterior coincide con lo que escuchaba al respecto en ese momento. De todas maneras, un jugador de franquicia debería ser el que remolca no el que jala.
Una vez que Howard llegó a la agencia libre, ciertamente tenía el derecho de tomar esta decisión vital para su carrera respetando sus propios tiempos. De hecho, hubiese sido comprensible si retrasaba todo un poco después de haberse enterado de la incorporación de Andre Iguodala en Golden State, ya que la posibilidad de sumar a Howard en medio de Iguodala y Stephen Curry finalmente les hubiese dado a los fanáticos de los Warriors un trío para superar al Run TMC. Pero mientras que Howard supuestamente se vio intrigado por las movidas de Golden State, ya se había decidido por Houston.
El problema fue que los medios reportaron la esperada noticia antes de que Howard estuviese listo para anunciarla, y antes de que notificara a los Rockets y a los Lakers su decisión.
Howard debió haberse dado cuenta de que la información se iba a filtrar. Ya le había dicho a la gente hacia dónde se iba a dirigir. He hablado con una de esas personas. La misma me dijo que Howard le había comentado que dejaba L.A. porque no quería jugar bajo el mando de Mike D'Antoni y porque, bueno, digamos que Jim Buss no fue precisamente impactante durante la reunión de los Lakers con Howard.
Pero Howard, por alguna razón, no se sintió lo suficientemente cómodo como para hacer pública su decisión mientras sopesaba la idea de decirles adiós a los extra $30 millones garantizados. En lugar de manejar la información, Howard y su gente quedaron detrás de la misma, insistiendo que aún no había tomado una decisión, dejando la puerta abierta para todo tipo de especulación hasta que finalmente les informó a los Lakers lo que todos ya sabían. Más tarde, los Lakers enviaron un comunicado y Howard lo confirmo vía Twitter. Incluso ya era demasiado tarde para Twitter, en donde ya lo habían enviado a Houston y devuelto a L.A. y castigado por no cumplir con sus demandas de gratificación instantánea.
Kobe Bryant nunca pudo ganar a Howard cuando eran compañeros de equipo, pero sí gano su victoria sobre Howard en los medios sociales, dejando de seguir a Howard en Twitter y publicando una fotografía con Pau Gasol en Instagram. Fue una revancha mucho más sutil y efectiva que las críticas de Dan Gilbert después de que LeBron dejó a Cleveland.
Todo se reduce al comportamiento en la era de los "Gladiadores": Gánate al público y ganarás tu libertad. Howard sigue siendo un prisionero de su reputación, atrapado en las malas decisiones que tomó en el pasado ante un público que no está dispuesto a darle el beneficio de la duda. Ha pasado a formar parte de un nuevo equipo, quizá sea su mejor oportunidad hasta el momento. Pero aún no ha podido superar su inhabilidad de hacer un buen proceso en la toma de decisiones.
Ahora avanza hacia el este por la Interstate 10, alejándose de Los Angeles con dirección a Houston.
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