"Fue el mejor Sexto Hombre [de la liga] en el pasado torneo. Jugó sensacional. Y no puedo entender las críticas que surgen ahora cuando él tuvo su mejor temporada el año pasado. No fue una distracción [para el equipo] y lo dio todo en la cancha. Realmente, no me gusta ese cambio", dijo Kobe sobre la partida de Odom a Dallas Mavericks.
Mitch Kupchak, gerente general de los Lakers, aclaró que siguen buscando jugadores estelares para reforzar su plantel. Y si pensamos en lo que va quedando disponible en el mercado, todos los cañones apuntan a Dwight Howard.
Ahora bien, ¿qué debería dejar L.A. en el camino para conseguir sus servicios? Básicamente, el combo conformado por el ala-pivote español Pau Gasol y el centro Andrew Bynum. Si consideramos que ya dejaron fuera de acción a Odom (qué buen regalo para Mark Cuban y compañía, los verdugos en los playoffs que pasaron), los Lakers estarían uniendo todos los puntos para destruir su línea frontal.
En las temporadas pasadas, cuando todo era color púrpura y amarillo en el Staples Center, los Lakers descansaron en el colchón del éxito por su línea frontal. Sus gigantes, dominadores, efectivos e inteligentes, le permitieron a Phil Jackson y compañía hacer que Kobe juegue más liberado, que el juego adentro afuera, con la ofensiva triangular, calce como mano en guante.
Odom era la llave de la segunda unidad. Recuerden, fanáticos de Lakers, lo preocupados que estaban en playoffs anteriores por la falta de reacción del banco de suplentes cuando Kobe, Gasol y compañía descansaban. Okey, esa inyección de talento y energía ya no está. Todo por una elección de primera ronda que será del puesto 21 o más abajo. Y pese a algo semejante, aún escucho voces que dicen que Odom no tiene por qué sentirse despreciado. Ouch.
Sinceramente, no veo otro camino para los Lakers que conseguir a Howard en un intercambio. Haber movido las fichas casi estratégicamente para que el centro de Orlando Magic traiga sus talentos a Hollywood. Es eso o han hecho una de las estupideces más grandes de la historia de la franquicia. Porque si nos ponemos a pensar, Odom no tiene mucho que ver con este potencial canje: se trata mucho más de Gasol y Bynum que de él. Una mala movida de comunicación transformó a Lamar en el hombre más deprimido de la tierra. Era quitarlo como sea o empañar el vestuario con lamentos diarios.
Volvamos a la chance de Howard. Y antes de esgrimir lo que pienso al respecto, diré que me parece un centro dominante, una bestia, un inmenso rebotero, un estupendo defensor, un maestro de los bloqueos... pero un pésimo lanzador de tiros libres. Y los equipos de postemporada -hablo de los grandes equipos- tienen jugadores que anotan desde la línea de personales con frecuencia.
En la temporada 2010-11, Howard lanzó 59.6% en tiros libres, mientras que Gasol lanzó 82.3% y Andrew Bynum 66.0%. Imaginen por un momento un equipo que tiene a Kobe entrando en su decimosexta temporada y a Howard en el centro de la llave, casi en soledad. ¿Cuántas veces puede ir el gigante a la línea de personales por partido? Teniendo en cuenta el actual equipo de L.A. ¿Cuántos tiradores tiene abiertos para descargar -como hace en el Magic- cuando reciba doblajes? Kobe, Derek Fisher y Jason Kapono, siendo este último una apuesta. Y no me vengan que Steve Blake o Matt Barnes entran en esta lista de francotiradores. La última: ¿Puede Howard lanzar a tres o cuatro metros del aro con efectividad, como lo hace Gasol? La verdad es que DH12 me parece increíble, pero no puedo eliminar de mi registro la serie perdida del Magic ante los Hawks.
Tienen aún una excepción de intercambio (8.9 millones por Odom), pero no conseguirán nada tan bueno como lo que daba el ahora alero de los Mavericks. Tendrán que inclinarse por un escolta anotador, porque, por otro lado, Shannon Brown -la energía del perímetro- ya es nuevo jugador de Phoenix Suns. Todavía tienen disponible una excepción por Sasha Vujacic, pero tampoco se espera que consigan una garantía de confianza por ese dinero.
Los Lakers estarían nuevamente en la búsqueda de Chris Paul, pero si eso es real, tendrán que elegir: o CP3 o Howard, porque no le queda mucho hilo en el carretel para ofrecer a cambio de semejantes estrellas.
Pensemos en los manotazos de ahogado que están dando los Lakers y nos daremos cuenta de lo que significó la paliza de los Mavericks en los playoffs pasados. ¿Estaba todo tan mal como para pensar en cirugía mayor? En absoluto, pero cuando los directivos se manejan en el plano de la desesperación, ocurren estas cosas.
Es verdad que los Lakers deben liberar espacio salarial, sobre todo si se tiene en cuenta que será todo menos permisivo a partir de la próxima temporada, pero una cosa es eso y otra muy distinta destruir un equipo tan poderoso como el imperio romano en cuestión de días.
Vamos a ver si logran sacar un conejo de la galera desde la directiva, pero... lo cierto es que los Lakers se están poniendo viejos y lo que necesitan es mayor profundidad, no un cóctel explosivo de figuras.
Recordemos: Kobe está entrando en su decimosexta temporada, con rodillas gastadas a fuerza de ganar partidos.
Con este panorama, la carrera por un nuevo título de campeonato, en el presente inmediato, luce complicada. Es increíble como, a veces, los laberintos de la mente conducen a una autoflagelación innecesaria.
Bruno Altieri/Espndeportes.com/www.ligaplenitud.com
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