La reciente primera selección de los Cleveland Cavaliers es muy diferente que la anterior: difícilmente Irving se parezca a LeBron James. Y eso es quizá lo que les gusta a los Cavaliers.
"Es especial", dijo el entrenador Byron Scott.
Irving, que dejó la Universidad de Duke para ir a la NBA luego de apenas una temporada interrumpida por una lesión, fue presentado el viernes por los Cavaliers junto con el ala pivote Tristan Thompson de Texas, la cuarta selección general en el draft del jueves. Durante veinte minutos de preguntas y respuestas, Irving mostró algo de la confianza que convenció a Cleveland de que el base era la opción perfecta para liderar al equipo y volverlo competitivo de nuevo.
Irving manejó las preguntas sobre las expectativas, los asuntos laborales de la liga y otros temas con la tranquilidad de un veterano. Como hace en la cancha con la pelota en sus manos, el joven jugador de 19 años controlaba las acciones.
"Se toma su tiempo y hace que parezca sencillo", dijo el gerente general de los Cavaliers Chris Grant, quien compartió el escenario con Irving, Thompson y Scott. "Yo me decía a mí mismo: 'es mucho mejor que yo'".
La primera impresión de Irving fue impecable. O casi.
Los Cavaliers se aprestaban a darles a Irving y Thompson sus nuevos uniformes de locales en colores vino y oro _Irving con el 15 y Thompson con el 13_ cuando Drederick Irving notó que la bragueta del pantalón de su hijo estaba abierta. Le hizo una señal a su hijo con los ojos, quien entendió y arregló el problema, evitando una situación incómoda.
Al parecer el asunto pasó desapercibido. Kyrie sonrió a su padre, en señal de agradecimiento por otra cariñosa asistencia.
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