Siendo una de las instituciones deportivas más antiguas, respetadas y sólidas en la historia del país, el haber aceptado ligar su nombre al del basket nacional es una demostración de fe en el proyecto que ha ido calando, poco a poco, en toda la sociedad dominicana.
Desde su reactivación en el año 2010, tras el receso que tuvo en 2009, la LNB (antigua LIDOBA) no ha hecho más que ir sumando, tanto desde el punto de vista de la inversión como en el seguimiento y el interés por parte de los fanáticos.
Eso no ha pasado desapercibido a los ojos de la directiva de los Tigres del Licey que ha decidido dar el paso, que no deja de tener sus detractores; pero parece que los puntos positivos pesaron más.
De seguro que tener figuras de la talla de Federico Lalane José, Pedro Leandro Rodríguez, Mícalo Bermúdez, Eduardo Najri, José Miguel Bonetti, José Manuel Mallén, Stanley Javier, entre otros muchos dispersados en la liga y las diferentes franquicias fue un atractivo a la hora de que los Tigres y su directiva aceptaran la invitación.
Y no es cierto que con su incursión en el basket, el glorioso equipo azul vaya de descuidar su equipo de béisbol. Nada más incierto que eso.
El Licey mantendrá su mirada puesta en el deporte rey del país, mientras que una oficina especializada será la que dé el seguimiento a los menesteros propios de su team de basket.
Su entrada a la “fauna baloncestística” desde ya asegura un nuevo “campo de batalla” por el título de “rey de la selva” que ahora traslada su escenario de las líneas de cal, las bases y la caja de bateo al tabloncillo, el tablero y los aros.
La extensa grey de fieles fanáticos del Licey tendrá una razón más para dar seguimiento a su equipo predilecto, que va poner una “inyección” de fans al basket nacional y también podrá contar con una retroalimentación que engrosaría su “cantera” de adeptos.
Además, el éxito logrado por el Escogido, con su rama de baloncesto también puedo haber contribuido a poner a pensar a su “eterno rival”.
LA OPINIÓN DE CYNTHIA.- “A pesar de las nuevas autoridades en la Federación Dominicana de Baloncesto no se han anunciado gestiones para empezar hacer el “verdadero cambio” en la disciplina.
Solo se sabe de la formación de una comisión para gestionar a los muchachos que residen en Estados Unidos y otras ciudades del mundo, hijos o descendientes de dominicanos, pero me gustaría saber que pasara con Luis Adam, el muchachito de Samaná o con un Ramón cualquiera residente en Moca, jugadores de categoría infantil o juvenil. Hay que buscar a esos “extranjeros”, pero también ponerle atención a los miles de jovencitos dispersados por toda la geografía nacional. Hasta la próxima y que el señor nos bendiga”.
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LISTIN DIARIO
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