Como cada año, entre septiembre y octubre, el tema del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano genera debates de diferentes índoles.
Para esta época, unas semanas después de la exaltación de los nuevos miembros o inmortales, el tema es dejado a un lado, para ser retomado al año siguiente.
Por eso, ahora cuando ha bajado la efervescencia que produce el júbilo de unos y la frustración de otros por las selecciones a la llamada inmortalidad deportiva, queremos hacerle una sugerencia a la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) para que cree su propio Salón de la Fama del Baloncesto Dominicano.
La sugerencia la hacemos en virtud que con el anacrónico reglamento existente en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, en el cual se establece un hoy injustificado privilegio al béisbol sobre las otras disciplinas a la hora de elegir inmortales, pasarán muchos años antes que un nutrido grupo de grandes del baloncesto dominicano reciban un merecido reconocimiento público como tales.
Muchos de ellos no lo disfrutarían, porque sencillamente, la inmortalidad deportiva, si acaso le es conferida, llegaría cuando habrían fallecido.
Ex jugadores como Víctor Chacón, Máximo (Tepo) Tapia, Héctor Báez, Manolo Prince, Mario (Lolo) Regús, Edgar de la Rosa, Winston Royal, José Molina, Tito Horford, Héctor Gil, Pedro Leandro Rodríguez, Felipe Payano, quizás nunca vean su exaltación a la inmortalidad bajo el actual sistema de elección del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Otros como Víctor Hansen, José (Maíta) Mercedes, por ejemplo, parece que tendrán que esperar por algún tiempo su merecida exaltación.
Y de propulsores, entrenadores, ni hablar. Gente como Andrés Vanderhorst, Leandro de la Cruz, Humberto Rodríguez, Félix Aguasanta, Fernando Teruel, Osiris Duquela, Sergio Abreu, Federico Lalane José, Tony Tueni, entre los de un tipo y otro (propulsores y entrenadores) no parece que verán su exaltación, si es que ésta llega alguna vez.
En el grupo también hay periodistas, quienes han sido grandes propulsores de ese deporte, como profesionales de la comunicación y dirigentes deportivos.
Como muestra un botón, mi antiguo mentor, Roosevelt Comarazamy, un ex miembro de la selección nacional, excelso narrador, articulista de primera en una época importante del baloncesto y fundador de la franquicia del Club Naco. Leandro de la Cruz también cabe en este grupo.
La camada que viene
Esa gente del pasado, cada vez menos reciente, forjó las bases de aquello que es hoy día el baloncesto dominicano.
Sus méritos podrían ser olvidados por el polvo que deja sobre sus actuaciones el paso del tiempo y el brillo de rutilantes carreras de hombres que han accionado en épocas más recientes: aquellos jugadores que han llegado a la NBA (Luis Felipe López, Luis Flores, Charlie Villanueva, Francisco García, Al Horford); y otros de grandes carreras en el ámbito local e internacional: Jack Michael Martínez, Marlon Martínez, Amaury Filión, Carlos Martínez, Joel Ramírez, Eulis Báez, Manuel Fortuna, Kelvin Peña, entre los jugadores.
Ojalá que el ingeniero Frank Herasme, en su anunciado último período como presidente de Fedombal le de curso a la creación de ese Salón de la Fama del Baloncesto Dominicano. Es necesario.
Lo frustrante de NBA
La posible cancelación de la temporada 2011-2012 de la NBA llena de frustración a millones de seguidores del baloncesto en el mundo.
La más popular de las ligas profesionales del planeta (no hay una liga de fútbol que se le compare en ese aspecto) está camino al colapso.
Increíble. Las diferencias contractuales entre dueños y jugadores han llegado a un punto de difícil conciliación. Y lo que se vislumbra es una batalla legal en las cortes de los Estados Unidos, la cual podría extenderse por meses, quizás por años. Claro, a menos que ocurra el milagro de un acuerdo, digamos que en las próximas semanas y antes que termine este año.
¿Cómo un negocio cuyo producto es consumido en todo el planeta pudo llegar ahí, hasta el borde del precipicio? Señores, el ser humano es muy complicado. Qué frustración.
DE MEDIA DISTANCIA: El torneo de baloncesto superior de La Vega se viene celebrando exitosamente, de acuerdo al reporte de gente confiable, como Fernando Teruel.
Tenemos pendiente complacer una invitación del querido amigo a darnos una vuelta por allí. ¡Ah! Y otra invitación muy vieja del también amigo Frank García. Haremos el esfuerzo por complacer ambas... Ya en Santiago anunciaron hace unas semanas el Comité Organizador de su torneo superior para el año que viene. Después en La Capital no quieren que digan que el de los santiagueros es el mejor organizado de los torneos del país... Bueno, hubo equipos con cuantiosas pérdidas económicas en el pasado torneo de la Liga Nacional de Baloncesto, entre los cuales se cita a los destronados monarcas del 2010, Cañeros de La Romana. Sus vecinos, Cocolos de San Pedro de Macorís, también tuvieron pérdidas. En la Capital se asegura que el Titanes tuvo grandes pérdidas.
En el Cibao la mayoría de los equipos tienen “el truño” por las pérdidas. Parece que a algunos equipos se les fue la mano en el capítulo de egresos.
LISTIN DIARIO/WWW.LIGAPLENITUD.COM
Para esta época, unas semanas después de la exaltación de los nuevos miembros o inmortales, el tema es dejado a un lado, para ser retomado al año siguiente.
Por eso, ahora cuando ha bajado la efervescencia que produce el júbilo de unos y la frustración de otros por las selecciones a la llamada inmortalidad deportiva, queremos hacerle una sugerencia a la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) para que cree su propio Salón de la Fama del Baloncesto Dominicano.
La sugerencia la hacemos en virtud que con el anacrónico reglamento existente en el Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, en el cual se establece un hoy injustificado privilegio al béisbol sobre las otras disciplinas a la hora de elegir inmortales, pasarán muchos años antes que un nutrido grupo de grandes del baloncesto dominicano reciban un merecido reconocimiento público como tales.
Muchos de ellos no lo disfrutarían, porque sencillamente, la inmortalidad deportiva, si acaso le es conferida, llegaría cuando habrían fallecido.
Ex jugadores como Víctor Chacón, Máximo (Tepo) Tapia, Héctor Báez, Manolo Prince, Mario (Lolo) Regús, Edgar de la Rosa, Winston Royal, José Molina, Tito Horford, Héctor Gil, Pedro Leandro Rodríguez, Felipe Payano, quizás nunca vean su exaltación a la inmortalidad bajo el actual sistema de elección del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Otros como Víctor Hansen, José (Maíta) Mercedes, por ejemplo, parece que tendrán que esperar por algún tiempo su merecida exaltación.
Y de propulsores, entrenadores, ni hablar. Gente como Andrés Vanderhorst, Leandro de la Cruz, Humberto Rodríguez, Félix Aguasanta, Fernando Teruel, Osiris Duquela, Sergio Abreu, Federico Lalane José, Tony Tueni, entre los de un tipo y otro (propulsores y entrenadores) no parece que verán su exaltación, si es que ésta llega alguna vez.
En el grupo también hay periodistas, quienes han sido grandes propulsores de ese deporte, como profesionales de la comunicación y dirigentes deportivos.
Como muestra un botón, mi antiguo mentor, Roosevelt Comarazamy, un ex miembro de la selección nacional, excelso narrador, articulista de primera en una época importante del baloncesto y fundador de la franquicia del Club Naco. Leandro de la Cruz también cabe en este grupo.
La camada que viene
Esa gente del pasado, cada vez menos reciente, forjó las bases de aquello que es hoy día el baloncesto dominicano.
Sus méritos podrían ser olvidados por el polvo que deja sobre sus actuaciones el paso del tiempo y el brillo de rutilantes carreras de hombres que han accionado en épocas más recientes: aquellos jugadores que han llegado a la NBA (Luis Felipe López, Luis Flores, Charlie Villanueva, Francisco García, Al Horford); y otros de grandes carreras en el ámbito local e internacional: Jack Michael Martínez, Marlon Martínez, Amaury Filión, Carlos Martínez, Joel Ramírez, Eulis Báez, Manuel Fortuna, Kelvin Peña, entre los jugadores.
Ojalá que el ingeniero Frank Herasme, en su anunciado último período como presidente de Fedombal le de curso a la creación de ese Salón de la Fama del Baloncesto Dominicano. Es necesario.
Lo frustrante de NBA
La posible cancelación de la temporada 2011-2012 de la NBA llena de frustración a millones de seguidores del baloncesto en el mundo.
La más popular de las ligas profesionales del planeta (no hay una liga de fútbol que se le compare en ese aspecto) está camino al colapso.
Increíble. Las diferencias contractuales entre dueños y jugadores han llegado a un punto de difícil conciliación. Y lo que se vislumbra es una batalla legal en las cortes de los Estados Unidos, la cual podría extenderse por meses, quizás por años. Claro, a menos que ocurra el milagro de un acuerdo, digamos que en las próximas semanas y antes que termine este año.
¿Cómo un negocio cuyo producto es consumido en todo el planeta pudo llegar ahí, hasta el borde del precipicio? Señores, el ser humano es muy complicado. Qué frustración.
DE MEDIA DISTANCIA: El torneo de baloncesto superior de La Vega se viene celebrando exitosamente, de acuerdo al reporte de gente confiable, como Fernando Teruel.
Tenemos pendiente complacer una invitación del querido amigo a darnos una vuelta por allí. ¡Ah! Y otra invitación muy vieja del también amigo Frank García. Haremos el esfuerzo por complacer ambas... Ya en Santiago anunciaron hace unas semanas el Comité Organizador de su torneo superior para el año que viene. Después en La Capital no quieren que digan que el de los santiagueros es el mejor organizado de los torneos del país... Bueno, hubo equipos con cuantiosas pérdidas económicas en el pasado torneo de la Liga Nacional de Baloncesto, entre los cuales se cita a los destronados monarcas del 2010, Cañeros de La Romana. Sus vecinos, Cocolos de San Pedro de Macorís, también tuvieron pérdidas. En la Capital se asegura que el Titanes tuvo grandes pérdidas.
En el Cibao la mayoría de los equipos tienen “el truño” por las pérdidas. Parece que a algunos equipos se les fue la mano en el capítulo de egresos.
LISTIN DIARIO/WWW.LIGAPLENITUD.COM
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