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Con sus altas y sus bajas, el torneo de 2010 de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB) ha colmado las expectativas creadas y despertado el interés de los fanáticos del baloncesto.
Y a pesar de que la plaza del Distrito Nacional no se distinguió por convocar grandes cantidades de público (aunque ese punto podría ser discutible), el torneo de la LNB, sobre todo por su organización, está dejando con un buen sabor de boca a los seguidores.
Es una buena oportunidad para que la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (ABADINA) tome el ejemplo y siente las bases para el próximo torneo superior.
El anuncio de que la Abadina está en el proceso de confeccionar un Comité Organizador es un gran paso en ese sentido.
Pero como para el mes de diciembre están programadas las elecciones de la Abadina es necesario que los protagonistas del basket distrital tomen conciencia y no dejen que sus aspiraciones –continuistas o no– se vayan por encima del interés común.
Un proceso accidentado puede dar al traste con cualquier aspiración que se tenga de volver a intentar rescatar, por enésima vez, el torneo superior distrital.
La intención de regreso del club Rafael Barias también es una buena noticia. Pero todavía quedan interrogantes que hay que responder y el tiempo apremia.
Ya comenzó octubre; diciembre no se cuenta en este país y el torneo debe estar comenzando entre abril y mayo ya que la LNB va a comenzar mucho más temprano en 2011.
Es por eso que las elecciones de la Abadina deben registrarse con el menor trauma posible.
Y de inmediato, sea quien sea el nuevo presidente, tiene que abocarse, junto a todo su Comité Ejecutivo, en la organización de la justa que, cuando cumple con los requisitos exigidos –hasta en una mínima parte– concita todavía el interés y el apoyo de la gran fanaticada capitaleña del basket.
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