JP Montas |
La Liga Nacional de Baloncesto, entre otras muchas cosas buenas, ha servido para exponer ante el país algunos de los mejores talentos entre los jugadores jóvenes residentes aquí.
Un grupo de ellos nos ha llamado especialmente la atención. Son aquellos que podríamos señalar como los mejores prospectos para el equipo nacional.
Cuatro de ellos nos han llamado poderosamente la atención, por sus respectivos desempeños en la mencionada justa. A cada uno de ellos los habíamos visto ejecutar con anterioridad, incluso algunos en el mismo equipo nacional, pero esta vez sus respectivos talentos han sido observados con mayor detenimiento por quien suscribe. He aquí el grupo.
Juan Pablo Montás: Una de las mejores condiciones atléticas que se ha visto en un jugador dominicano para la posición de delantero rápido.
Tiene fortaleza, velocidad y como dicen los españoles, una talla adecuada para la posición.
Sus 6-5 de estatura harían pensar que es más apropiado para la posición de guard, pero no tiene el manejo del balón para ejecutar allí. En una u otra de esas posiciones le hace falta el tiro de media y larga distancias.
Su salto y buena contextura física le permiten rebotar. Tiene buena actitud defensiva, pudiendo ser capaz de marcar a delanteros rápidos y a guards tiradores.
Sandro Encarnación: Tiene la estatura de un delantero de poder (6-8), en el físico de un delantero pequeño, posición a la que debe derivar su juego.
Para ello necesita mejorar su manejo del balón, en especial avanzar con éste en el campo abierto. Tiene buen toque al tirar. Debe aumentar el rango, la distancia, de su jumper para accionar como delantero rápido.
Su instinto para capturar rebotes es el de un delantero de poder. Tiene la rapidez, lo que los norteamericanos llaman “quickness”, lo cual no es lo mismo que velocidad (cambiar de posición en la carrera) para emparejarse con cualquier delantero rápido de su estatura.
Giancarlos Acosta: Un potencial guard tirador, en el cuerpo de un delantero rápido pequeño (6-4), con mucha potencia en el salto. Su tiro de larga y media distancia es promedio para un guard, bueno para un delantero. Pero como hablamos de él como un guard, todavía debe mejorarlo. Así, igualmente, debe mejorar su juego en el campo abierto y su habilidad para pasar, lo que los norteamericanos llaman “passing- game”. Puede llegar a ser un buen escolta de la pelota.
No se había visto un potencial como el suyo para la posición de guard tirador, entre los jugadores hechos netamente en el país –aunque ha estado por las categorías menores en Españadesde Máximo (Tepo) Tapia.
Juan Coronado: Es verdad, tiene dos pedales por piernas.
Y sus dos pies, son ruedas. Su combinación de rapidez –cambio de posición en espacios cortos, en tiempos cortos– y velocidad –cambio de posición en distancias largas en tiempos cortos– recuerda la de uno de los mejores armadores dominicanos de todos los tiempos, Víctor Hansen. ¡Y cómo puede acelerar! Tiene el talento para convertirse dentro de poco en el mejor combo-guard del país, aún mejor que Kelvin Peña, quien todavía lo supera claramente, como jugador. Le falta consistencia en todas las facetas de su juego, en las cuales un día cualquiera puede equipararse con los mejores del país. Parece débil mentalmente como armador, por cuanto a veces luce presa de la ansiedad. Joel Ramírez podría ser una escuela para él en ese aspecto.
Debería mejorar su físico, en especial en la parte superior de su cuerpo: brazos, hombros, pecho.
Osvaldo Rodriguez Suncar
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