SE ACABO LA GENERACION DORADA ARGENTINA?

ESTAMBUL -- La década prodigiosa del básquetbol argentino toca a su fin.

La joven Lituania pasó por encima de Argentina el jueves y enterró las aspiraciones de la selección sudamericana en el mundial de Turquía. Finalista en el mundial de Indianapolis 2002, campeón olímpico en Atenas 2004, bronce en Beijing 2008, el ciclo de la llamada generación de oro, con una media de edad superior a los 30 años, podría estar escribiendo sus últimos capítulos.

"Somos un equipo de 30 años de media, hemos tenidos muchos problemas físicos con (Andrés) Nocioni, con (Fabricio) Oberto", dijo el técnico Sergio Hernández tras la contundente derrota 104-85 frente a Lituania.

Nocioni, junto con el escolta Manu Ginóbili, fue una de las grandes ausencias de Argentina en el torneo. Oberto sufrió una gastroentiritis vírica que le dejó fuera de competición durante tres partidos. Y la selección de Hernández tuvo que fiarlo todo a la inspiración de Luis Scola.

El ala-pívot de los Houston Rockets respondió con una actuación sobresaliente en primera fase, donde Argentina ganó cuatro partidos y sólo cedió ante Serbia. Y en segunda ronda en el triunfo sobre Brasil, anotando nada menos que 37 puntos.

Pero Scola, muy bien marcado por la agresiva defensa lituana, sólo pudo encestar 13 puntos en el choque de cuartos de final. Carlos Delfino sumó 25 unidades, que no fueron suficientes ante el acertadísimo porcentaje en lanzamientos triples del equipo europeo.

"Nos cortaron todas las vías de ataque. No hemos tenido en todo el torneo una defensa así", explicó el base Pablo Prigioni. "Nos han sacado de la cancha, no hemos podido jugar".

Durante varias fases del torneo, se habló mucho de la "Scola dependencia" de la selección argentina. Con Oberto mermado físicamente, sin Nocioni ni Ginóbili en Turquía, sólo Delfino anotó puntos con regularidad. El alero Hernán Jasén destacó en algunos partidos, siempre intenso en defensa.

Pero poco más.

Leonardo Gutiérrez, Román González o Paolo Quinteros nunca pudieron explotar su juego y Argentina se vio privada de la lucha por las medallas y abocada a jugarse la honra en la pelea por el quinto lugar.

"Vinimos a buscar algo más grande y nos sentimos golpeados", aseguró Delfino. "Hay que aprender a perder, porque este equipo no está preparado, no está acosumbrado a perder. No nos gusta perder".

Argentina debe pensar en la renovación de su plantilla, un reto complicado si se tienen en cuenta los éxitos de los últimos años. Ginóbili, Scola, Oberto, Nocioni y Gutiérrez, entre otros, están por encima de los 30 años.

Quizá los Juegos Olímpicos de 2012, si Argentina logra la clasificación en el torneo de preolímpico del año que viene en Mar del Plata, sea la última oportunidad de ver juntos a esta generación de estrellas del básquetbol.

"Esta generación no está terminada", aseguró Gutiérrez.