Los Titanes del Distrito Nacional, de la Liga Nacional de Baloncesto (LNB), están a punto -si no lo han hecho ya- de concretar un acuerdo con los Mets de Guaynabo del Baloncesto Superior Nacional de Puerto Rico.
Más allá de los resultados en el plano competitivo, ese acercamiento entre dos franquicias de las principales ligas de ambos países puede abrir una puerta interesante para el desarrollo del baloncesto en el país.
Puerto Rico, con su liga más antigua que la NBA, es una potencia mundial del basket.
Y dejando de lado, la “rivalidad” que históricamente ha separado a los dos países, con estrechar los lazos en materia de baloncesto solo puede haber un beneficiado: el basket dominicano.
La gran tradición que adorna al deporte del aro y el balón en la “vecina isla”, además de la historia que lo envuelve debe ser un espejo en el cual se debe mirar el país.
Claro está, de este lado del Canal de la Mona no tenemos los recursos económicos de los que disfrutan los boricuas, pero si podemos aprender de su organización, la forma como administrar el material humano y desarrollar la disciplina.
Lo ideal es poder absorver las cosas positivas que rodean al basket boricua y tratar de adaptarlas a la realidad criolla.
Y ahora que un dominicano de origen (Carlos Beltrán) está al frente de la federación de Puerto Rico no hay un mejor momento para propiciar un estrechamiento institucional de las relaciones con la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal).
Los protagonistas
Desde Leandro de la Cruz hasta Jack Michael Martínez parte de lo mejor del baloncesto dominicano ha pasado por los torneos de Puerto Rico.
Entre estos se pueden citar a Hugo Cabrera, Evaristo Pérez, Franklin Western, Héctor Báez, Carlos Payano, Derrek Baker López, Frank Prats, Amaury Filión, entre otros.
También aquí hemos podido disfrutar de la calidad del baloncestista boricua: Flor Meléndez, Georgie Torres, Wesley Correa, Edgar León, Eddie Casiano, Jim Maldonado, Angel Santiago, Willie Quiñones, Richie Dalmau, Luis Allende, Iván López y otros más. También a nivel de los entrenadores hemos tenido la oportunidad de contar con la presencia de importantes representantes boricuas como Carlos Morales, Julio Toro, Nelson Colón, David Rosario.
Así que por qué no institucionalizar algún tipo de acuerdo que, por ejemplo, permita a nuestros jóvenes talentos ir a universidades de Puerto Rico a pulir sus habilidades a la vez que se pueden preparar para la vida después del baloncesto. Lo mismo se puede hacer con los jóvenes entrenadores nuestros que tendrían la oportunidad de expandir sus conocimientos.
LISTIN DIARIO
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