La República Dominicana deberá ganar una de las tres medallas que se disputarán en el torneo Centrobasket que se celebrará aquí, a partir del próximo lunes.
Aunque, en el momento en que escribíamos todavía no se había anunciado el grupo de 12 jugadores que formarán el equipo nacional, entre 14 preseleccionados, se puede asegurar que conocida la habilidad de estos jugadores, el país debe ganar una de las tres primeras plazas del certamen.
Con jugadores como el NBA Charlie Villanueva, el veterano pivot Jack Michael Martínez, los talentosos guards Ronald Ramón y Kelvin Peña, el equipo nacional tiene un interesante núcleo de jugadores, con buenos complementos: Carlos Morbán, Manuel Guzmán, Carlos Paniagua y Amaury Filión.
De ahí en adelante, hay jugadores que podrían ser de menor importancia que los anteriores, pero quienes no dejarían de tener su valor, en determinados momentos de juego. Esos podrían ser los casos de Santos Martínez, Manuel Fortuna, Joel Ramírez, Juan Coronado, Alex Salas y el depurado Juan Pablo Montás.
Decisiones difíciles
Después del grupo que forman Villanueva, Jack Michael, Ramón, Peña, Filión, y Morbán, la selección de los integrantes del equipo nacional no es tarea fácil, para el dirigente Erick Musselman, y su bien calificado cuerpo de asistentes: José “Maíta” Mercedes, Antonio “Chicho” Sibilio y Melvyn López.
Las decisiones a favor de uno u otro jugador, entre los ocho restantes a los seis mencionados en el párrafo anterior, dependerá del planteamiento táctico de juego que pretenda implementar el cuerpo técnico, en el cual la voz de Héctor Báez tiene mucho peso.
Algunos ejemplos de aquello que queremos decir podrían ser:
¿A quién excluir entre Joel y Coronado?
Uno es el clásico armador para el juego de control, con deficiencias atléticas para jugar defensa en el nivel de competencia del torneo, y quien tiene en Ramón una versión mejorada de sí mismo: Joel.
El otro, Coronado, es atléticamente muy superior al primero “Joel” y trae desde la banca elementos distintos a los de quien se perfila al titular en la posición de armador, Ramón. El “Coronado” puede, entonces, venir desde la banca y cambiar el juego.
¿Dejar fuera un pivot como Salas, para incluir a dos tiradores desde el perímetro como Santos y Fortuna? ¿Decidirse por uno de ellos dos, en lugar de llevarlos a los dos al equipo?
Salas es capaz de darle una energía importante a la línea frontal saliendo desde el banco. Sería de ayuda en la batalla de los rebotes y hasta causar un impacto momentáneo con su potencia, la cual es superior a la de Guzmán y Paniagua, dos jugadores más acabados que él, con más dominio del juego.
Su exclusión abriría las puertas para tener en pareja a los mejores tiradores desde el perímetro con que contaría el equipo: Santos y Fortuna.
Si en cambio, la decisión es dejar a Salas en el equipo, habría que decidir entre uno de los dos tiradores. Ese podría ser Fortuna, un jugador defensivo capaz de aparearse en defensa con la mayoría de los guards tiradores del torneo. De Santos quizá no puede decirse lo mismo en su posición (delantero pequeño), pero con la excepción de Montás, el equipo no tendría otro auténtico hombre de la posición número tres.
¿Preferir a Salas sobre uno de dos, Guzmán o Paniagua?
Esa también podría ser otra interrogante, habida cuenta que los aportes de Guzmán y Paniagua podrían ser parecidos entre sí, y a su vez los de Salas, distintos a los de éstos.
Como dijimos antes, Guzmán y Paniagua son dos jugadores más acabados que el voleibolista Salas ñuno de los mejores voleibolistas del paísñ. Pero este puede aportar más en ese nivel de competencia en el que técnicamente llaman “juego sucio” debajo de los tableros.
El desconocimiento de la mayoría de los equipos rivales, dificulta aún más la tarea de los técnicos del equipo nacional, el cual es, seguro estamos, mejor de cómo piensan muchos y está en una para nosotros clara perspectiva de ganar medalla.
FUENTE: LISTIN DIARIO
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